miércoles, 29 de diciembre de 2010

Mando esta foto vieja

De: carmen chapela
Fecha: Sat, 25 Dec 2010 18:56:52 -0800 (PST)


mando esta foto vieja. Me la encontré por ahi. Gabi le está haciendo la maldad a Adrián. Vean la cara de malosa que tiene.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Socialismo centrado en la democracia económica

La Jornada Julio Boltvinik: Economía Moral

Propuesta de Schweickart en la Semana de la Ciencia y la Innovación

Como parte de la Semana de la Ciencia y la Innovación que el gobierno del DF realizó esta semana en el Palacio de Minería, se incluyeron dos mesas redondas con temas centrales de las ciencias sociales. En la segunda de ellas, David Schweickart (DS), profesor de la Universidad Loyola de Chicago, presentó una ponencia sin desperdicio en la cual relacionó la crisis con la transformación del capitalismo en la democracia económica que, argumenta, citando a Milton Friedman, ha pasado de “ser políticamente imposible a ser políticamente inevitable”. Friedman se refería a otra: al cambio ocurrido entre 1962, cuando sus ideas como uno de los dos padres fundadores del neoliberalismo eran políticamente imposibles, a 1982, cuando se volvieron políticamente inevitables. Dice DS que el cambio ocurrió cuando el keynesianismo fue incapaz de resolver el problema de la estanflación (estancamiento y creciente desempleo con inflación), porque para atacar el desempleo se requiere más gasto público, pero para atacar la inflación se requiere menos.

Foto

DS pasa a analizar la causa real, profunda, de la crisis. Para ello introduce una gráfica estilizada que he reproducido aquí. Después de la Segunda Guerra Mundial y durante treinta años (la edad de oro del capitalismo) la productividad del trabajo en Estados Unidos creció sostenidamente y los salarios reales subieron a un ritmo similar; después de 1975, sin embargo, los salarios reales dejaron de crecer a pesar de que la productividad del trabajo siguió creciendo rápidamente, con lo cual la brecha entre lo que produce cada trabajador y lo que se le paga (la plusvalía, diría Marx) se amplió más y más. Esta brecha, añade, haría pensar que el capitalismo entró en una crisis permanente de sobreproducción, al haber demasiada producción con relación al poder de compra. Pero el capitalismo, añade, logró que la gente, a pesar de los estancados salarios reales, siguiera comprando más y más mediante el endeudamiento. Dice nuestro autor: “La clase capitalista, en lugar de aumentar los salarios de los trabajadores para que pudieran comprar los bienes producidos, les prestaban dinero”. Pero este juego, añade, tenía que llegar a un fin: los sobrendeudados consumidores empezaron a dejar de pagar sus deudas. Y estalló la crisis.

Señala que contra la crisis se están intentando soluciones keynesianas, pero la experiencia de la gran depresión de los años 30 mostró que no son suficientes, pues a pesar del Nuevo Trato de Roosevelt Estados Unidos sólo salió de la gran depresión con la movilización para la guerra. Pero ahora, dice, no va haber una tercera guerra mundial y el aumento posible en el gasto militar es muy limitado. Se podría añadir que el estancamiento de Japón en los años 90, apunta a la ineficacia de los instrumentos de política disponibles para sacar a las economías de la crisis. Al introducir la crisis ecológica que se asocia al crecimiento galopante, el argumento de quienes proponen recuperar el crecimiento capitalista se ve, obligadamente, matizado con la idea de que ahora éste se basaría en tecnologías verdes. En opinión de DS, éste es un cuento de hadas, pues:

Requerimos cambiar nuestra economía para que su salud no dependa del siempre creciente consumo de las naciones ricas, consumo que, de cualquier modo, no hace felices a quienes vivimos en dichas naciones. Así que estamos arrinconados. Los preocupados por el creciente desempleo presionan para gastar, gastar, gastar, mientras los ecologistas denuncian que nuestra adicción al consumo está matando al planeta. Ambos tienen razón.

Por tanto, puesto que uno de los rasgos esenciales del capitalismo es que sólo puede funcionar bien con crecimiento galopante, no queda más que preguntarse si otro mundo es posible, lo cual aborda DS con gran conocimiento de causa, pues ha dedicado casi toda su vida profesional a pensar en la sociedad después del capitalismo, particularmente en sus libros Against capitalism (1993) y After capitalism (2002). Su propuesta se centra en lo que llama democracia económica y sostiene que ésta está en el horizonte. La democracia económica sería una formación social que estaría más allá del capitalismo, sería mucho más democrática que la actual y podría funcionar bien con o sin crecimiento de la producción. DS parte de lo que sabemos a la luz de los experimentos económicos del último siglo: a) Sabemos que los mercados competitivos son esenciales para el buen funcionamiento de una economía desarrollada y compleja; ésta es la lección negativa de los experimentos socialistas del siglo XX los cuales mostraron que la planificación no puede reemplazar totalmente a los mercados. b) Sabemos que se requiere algún tipo de regulación de los flujos de inversión para el desarrollo racional, estable y sustentable; ésta es la lección negativa de los experimentos neoliberales de los últimos treinta años. c) Sabemos que las empresas pueden ser manejadas democráticamente con pérdidas de eficiencia muy pequeñas o nulas y, en algunos casos, con aumentos de ella y casi siempre con considerable ganancia en la seguridad del empleo. Ésta es una lección positiva de muchos experimentos recientes en formas alternativas de organización del lugar de trabajo. Hay miles de empresas exitosas administradas por trabajadores en todo el mundo que han sido estudiadas y, hasta donde estoy enterado, dice DS, no existe ningún estudio que muestre que el modelo autoritario (capitalista) es superior al democrático.

Con estas premisas, el modelo que propone DS tiene tres componentes: a) Mercados de bienes y servicios, esencialmente iguales a los del capitalismo, pero que no incluyen mercados de trabajo ni de capital, y que están regulados para proteger la salud y la seguridad de consumidores y productores. b) Democracia en el lugar de trabajo, que remplaza la institución del trabajo asalariado; las empresas se conciben como comunidades; no como mercancías. El consejo de los trabajadores, órgano electo por los trabajadores (cada persona un voto), nombra a la gerencia a la que se otorga un importante grado de autonomía, con la obligación de rendir cuentas, los trabajadores no reciben un salario sino participan en las ganancias de la empresa. c) Control democrático de la inversión, que remplaza a los mercados financieros. Los fondos de inversión provienen de los impuestos a los acervos de capital de las empresas, que se reinvierten a través de bancos públicos. La planificación inteligente de la inversión, señala, es posible. A estos tres puntos esenciales, DS añade otros dos: uno para asegurar el pleno empleo, actuando el gobierno como empleador de última instancia, y otro para dejar un espacio en el que prospere la capacidad emprendedora. Muy interesante propuesta que tiene sentido como un todo. Tiene muchos puntos polémicos, pero los interesados en el futuro de la humanidad debemos tratarla con toda seriedad, junto con otras visiones de futuros socialistas. DS concluye diciendo con Friedman: “Tenemos que desarrollar alternativas, mantenerlas vivas y disponibles hasta que lo políticamente imposible se convierta en lo políticamente inevitable”.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Miedo

Denise Dresser

“El rey Enrique: Es cierto que estamos en grave peligro; por ello más grande aún debe ser nuestro valor.” Shakespeare, Enrique V

MÉXICO, D.F., 12 de octubre.- Felipe Calderón imprudente. Felipe Calderón obsesivo. Felipe Calderón tan atado psicológicamente a Andrés Manuel López Obrador que desentierra la frase con la cual polarizó al país. “Un peligro para México”, reitera con orgullo. “La política del rencor y del resentimiento que siembra”, reclama quien ahora demuestra lo que antes denunció. El presidente de México vanagloriándose de la división que le achaca a su adversario pero de la cual también es responsable. Cuatro años después de la elección y AMLO parece preocuparle más que el inminente regreso del PRI. Cuatro años después de un proceso agitado que insiste en revivir, Felipe Calderón vuelve a centrar la mirada en el lugar equivocado. En el miedo que despierta un hombre y no en las condiciones que lo produjeron. En el miedo que México debe tenerle al Mesías tropical y no en los problemas persistentes que propician su permanencia.

Porque el miedo que Felipe Calderón le tiene a Andrés Manuel López Obrador es el mismo que comparten tantos mexicanos más; los que prefieren odiar a un personaje antes que mirar al país que lo parió. Es el miedo a ese país de pobres, de “nacos”, de indígenas, de desarrapados. Miedo a quienes viven parados en los camellones vendiendo chicles o subsisten en el campo cultivando maíz. Miedo a los mineros enojados y a los cañeros sublevados. Miedo a los resentidos y a los marginados. Miedo a mirar la realidad del subdesarrollo detrás de la retórica de la modernidad. Miedo a la verdad y a nosotros mismos. Miedo a mirar al país tal y como es. Detrás de los mitos. Detrás de las cercas electrificadas y los muros infranqueables. Detrás de la hipocresía fundacional en un país profunda y dolorosamente desigual.

A México le urge tener miedo, pero no a un político controvertido. A México le urge el miedo necesario que nace de la honestidad desplegada ante el “país de mentiras”, como lo bautizó Sara Sefchovich. El miedo que surge frente a la brecha entre lo que se dice y lo que es; entre el discurso del poder y la realidad del poder. El miedo que emerge cuando se descubre que la mentira constituye la esencia de la vida política mexicana y además es indispensable para gobernar. El miedo a reconocer los engaños para consumo interno que la clase política usa todos los días: el discurso que asegura que “el Senado de la República trabaja para ti” y que los indios son nuestros iguales y que el gobierno busca la justicia social y que la educación es una prioridad y que la economía está sana y sólida y que vamos ganando la guerra contra el crimen organizado, siendo que nada de esto es así.

Y esas grandes mentiras impiden colocar un espejo frente a los ojos del país y frente a quienes han permitido que sea como es hoy. Un lugar rico con muchos pobres. Un lugar con más multimillonarios que Suiza, según la lista más reciente de la revista Forbes. Donde gran parte de las fortunas han sido acumuladas en sectores con poca o ninguna competencia y protegidos por el gobierno. Donde Televisa regularmente obtiene todo lo que quiere y a precio de ganga. Donde, según un estudio reciente de la ONG Fundar, siete de cada 10 mexicanos padecen un abuso de autoridad cada vez que pisan un Ministerio Público. Donde el 94% de los delitos no son resueltos. Donde el 40% de las mujeres dicen haber padecido la violencia doméstica. Donde no hay siquiera “responsables” de la tragedia de la guardería ABC. Donde 17 millones de personas viven en pobreza extrema. Datos duros de un país donde la vida es difícil para la mayoría de quienes sobreviven en él.

Eso es lo que debería provocar miedo. Eso es lo que debería producir temor. Eso es lo que los mexicanos deberían combatir y cuestionar y odiar y recordarle a Felipe Calderón y a los precandidatos presidenciales, todos los días a toda hora. Hay demasiados mexicanos para los cuales el país no funciona. Hay demasiados mexicanos para quienes más de lo mismo durante el gobierno de Felipe Calderón ha significado peor de lo mismo. Hay demasiados mexicanos que desean una transformación a fondo del país que los ha excluido o maltratado o ignorado. Y también hay demasiados mexicanos que no lo entienden, para los cuales el país no va tan mal. Porque los privilegiados viven muy bien, aunque sea detrás de muros cada vez más elevados, con escoltas cada vez mas armadas, con séquitos de seguridad cada vez más grandes. Aunque sea con miedo.

Y de allí las siguientes preguntas: ¿Qué es y ha sido más peligroso para México, López Obrador o un sistema socioeconómico que concentra la riqueza y no quiere distribuirla de manera más justa? ¿López Obrador o élites políticas, sociales y empresariales satisfechas con las tajadas que se sirven? ¿López Obrador o partidos políticos que no representan a la población ni rinden cuentas ante ella? ¿López Obrador o la corrupción política que corroe la confianza en las instituciones? ¿López Obrador o políticos sentados en largas mesas con manteles de fieltro que llegan a grandes acuerdos para que poco cambie? El odio feroz a AMLO ata a su crítico principal –Felipe Calderón– a un adversario falso. El verdadero peligro para México no es un hombre, sino la resistencia de tantos a compartir el país y gobernarlo mejor. Y el miedo necesario que los mexicanos deberían compartir es la posibilidad de que México siga siendo así.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Nos sorprendió el otoño!


25 Oct 2010

Nogal negro, frente a nuestra casa, hace unos cuantos días.

Ramas pelonas del nogal negro, ayer, cuando llegó el otoño (nótense la cantidad de hojas en el suelo).

Marilú

lunes, 25 de octubre de 2010

Tutor estrella




Les mando la foto del mejor tutor que hemos tenido en el Colegio Central de Wyoming..... y no es exageración de la mamá cuerva. Es que nunca antes habíamos tenido un tutor que pudiera responder problemas en todas las areas... bueno, casi en todas. No creo que lo consultaron mucho los del programa automotriz, de soldadura o de rodeo.
Marilu

domingo, 3 de octubre de 2010

Mentiras y cambio climático

La Jornada, 3 de Octubre de 2010
Antonio Gershenson

Aveces las mentiras se vuelven habituales. Aquí las tenemos como algo cotidiano. El secretario de Hacienda, en la Cámara de Diputados, dice que es un mito el que se subsidien los impuestos de las más grandes empresas. Y al rato aparece un escrito, enviado hace meses por la propia dependencia, en el que señala que por esa misma razón el gobierno pierde 200 mil millones de pesos.

El secretario de Gobernación dice a representantes del SME (transcribimos el título): no se me desesperen, vamos a resolver el conflicto. Y al rato el secretario de Trabajo mueve sus hilos para que se niegue la validez del comité de ese sindicato.

El discurso oficial incluye que el gobierno es el defensor mundial contra los problemas generados por el cambio climático. También se dijo que la energía debe ser usada racionalmente. Claro, en discursos.

Veamos la realidad y lo que se debe hacer.

Abundan cada vez más automóviles y sobre todo camionetas quema gasolina. No hay ninguna regulación. En el pasado tuvimos una experiencia, que incluyó la eliminación de los coches de ocho cilindros. Había que ahorrar gasolina; ahora, en los hechos, no.

Aquí y ahora se eleva el precio del diesel por encima del de la gasolina. Se desalienta el diesel en favor de la gasolina. Siempre fue al revés y en muchos países es más barato el diesel. Se estimula, entonces, al encarecer el diesel, el derroche y la mayor importación de gasolina.

Los motores diesel son más eficientes que los de ignición por chispa, que usan gasolina. Y el costo de producción del diesel es menor que el de la gasolina.

También gastamos menos combustible con vehículos híbridos, que usan en parte un motor eléctrico. Y también aumentamos la eficiencia usando alcohol como antidetonante y para reducir la cantidad de gasolina. Pero el gobierno no estimula ni unos ni éste.

Debe darse preferencia al transporte colectivo sobre el automóvil individual. Y en cuanto a los ferrocarriles, éstos se privatizaron y en los hechos están en mal estado y no hay nuevos. En Europa, la red no sólo de ferrocarriles en general sino también la de los de alta velocidad, no sólo desalojan al automóvil individual sino que, en este último caso, desalojan a los aviones en vuelos de distancias cortas y medianas.

Los tiempos para viajar en avión incluyen el del transporte al aeropuerto, el de la sala de espera, el que dura el vuelo, el de carga y descarga de equipaje, y el que se utiliza del aeropuerto al centro de la segunda ciudad o a la parte de ella a la que vaya el pasajero. Es fácil superar esa suma de tiempos en varias rutas muy transitadas. El tren, de París a Londres, tarda dos horas y media. De París a Bruselas, virtual capital europea, hasta una hora y 15 minutos. Y hay otros casos, un poco más alejados, en los que de todos modos es más atractivo el tren de alta velocidad, que por lo general sale del centro de la ciudad.

En China, los nuevos trenes rápidos desarrollan una velocidad promedio de 350 kilómetros por hora, y hace poco un tren en prueba, en una ruta que en unas semanas ya será comercial, llegó a 416 kilómetros por hora. Uno de estos trenes puede llevar hasta mil pasajeros, y en rutas muy activas sale uno cada 10 minutos. Se han rebasado los 7 mil kilómetros de vías de alta velocidad. Y nada de esto existe ni se desarrolla en México, aunque se ahorraría en el uso de automóviles y aviones.

Deben desarrollarse las fuentes de energía que no usen combustibles fósiles, y no sólo decirlo. Y no se resuelve con empresas privadas y negocios con ellas. Debe hacerlo el sector público, de acuerdo con una planeación y con métodos eficientes; casi no hay generación con viento, y casi no se extiende, más que en escala mínima, la geotermia.

La hidroelectricidad merece un comentario especial. El uso que se le da, otorgando preferencia a la energía producida por empresas privadas con gas natural, hace que las inundaciones empeoren. Ya lo hemos visto. A menudo se provocan directamente las inundaciones. La información más reciente es que de la presa Peñitas del río Grijalva se estaban dejando caer 2 mil 300 metros cúbicos de agua por segundo, más que cuando la inundación de 2007 en Tabasco.

Lo que se debe hacer es generar con estas plantas electricidad, incluso al máximo, para que al empezar o al presentarse las lluvias las presas estén casi vacías. Esto hace que con las lluvias se vayan llenando gradualmente. Pero, es más, debe seguirse generando electricidad al máximo, y entones el nivel de las presas sube más despacio durante la época lluviosa. En vez de inundar, se evitan o alejan las inundaciones.

Y las empresas, sobre todo españolas, no deben tener preferencia sobre las casas que se inundan, sobre las siembras que se inundan, sobre las inundaciones en general. Tampoco sobre la generación con agua por la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Además, a la propia CFE le sale mucho más barato generar electricidad con el agua. No tiene por qué empobrecerse a costa del enriquecimiento de multimillonarios extranjeros.

Además, se requieren obras para evitar las inundaciones. Ya hemos mencionado el caso de un sistema de riego y para evitar inundaciones construido en China hace 2 mil 300 años que sigue funcionando. Pero incluso antes de que estas obras queden listas, la ayuda con el procedimiento de control del agua que señalamos es muy importante.

Como vemos, el México en que vivimos, con el gobierno que tenemos, no es ningún ejemplo contra los efectos del calentamiento global. Debería serlo, y pusimos varios ejemplos al respecto, no como ejemplo mundial, sino por sus propios habitantes.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Altos estudios, filosofía, ciencias

Reforma, 23 Sep. 10
Miguel Ángel Granados Chapa

Las facultades de Filosofía y Letras, y de Ciencias, de la Universidad Nacional, nacieron de la Escuela de Altos Estudios, una creación original de Justo Sierra, singularidad de la institución que cumple 100 años.

La Universidad Nacional inaugurada hace un siglo no solamente integró bajo una sola autoridad a las escuelas que existían desde la colonia o desde la República restaurada. En el centro del proyecto de Justo Sierra se hallaba una innovación pedagógica y política cuyos alcances llegan a nuestros días: la Escuela Nacional de Altos Estudios. En mayor medida aun que la propia institución universitaria, la creación de esa escuela resultó de un proceso de afinación y delimitación de tareas que fueran, a la vez, diversas del trabajo de las escuelas profesionales (ingeniería, jurisprudencia, medicina) y su prolongación.

Como la idea misma de la Universidad, Sierra expuso su plan de altos estudios en 1881 y lo delineó con miras a su concreción en cuanto llegó a la Secretaría de Instrucción Pública. Como lo recordó en un amplio ensayo sobre la materia la maestra Beatriz Ruiz Gaytán, Sierra formó una comisión de intelectuales renombrados para que dieran forma institucional a su proyecto y, después de correcciones emprendidas por sí mismo, lo promovió ante la Cámara de Diputados, de donde surgió la ley de la Escuela Nacional de Altos Estudios, un mes antes de la promulgación de la norma organizadora de la Universidad Nacional.

En el vasto y profundo discurso de apertura de cursos, hace una centena de años, Sierra dedicó especial atención a esa su otra criatura. Al explicar su enlace con el resto del sistema educativo nacional, reorganizado apenas, Sierra definió:

"Sobre estas enseñanzas fundamos la Escuela de Altos Estudios; ahí la selección llega a su término, allí hay una división amplísima de enseñanzas, allí habrá una división cada vez más vasta de elementos de trabajo, allí convocaremos, a compás de nuestras posibilidades, a los príncipes de las ciencias y de las letras humanas: porque deseamos que los que resulten mejor preparados por nuestro régimen de educación nacional puedan escuchar las voces mejor prestigiadas en el mundo sabio, las que vienen de más alto, las que van más lejos: no sólo las que producen efímeras emociones, sino las que inician, las que alientan, las que revelan, las que crean. Éstas se oirán un día en nuestra escuela; ellas difundirán el amor a la ciencia, amor divino, por lo sereno y puro, que funda idealidades, como el amor terrestre funda humanidades. Nuestra ambición sería que en esa escuela, que es el peldaño más alto del edificio universitario, puesto así para descubrir en el saber los horizontes más dilatados, más abiertos, como esos que sólo desde las cimas excelsas del planeta pueden contemplarse; nuestra ambición sería que en esa escuela se enseñe a investigar y a pensar, investigando y pensando, y que la sustancia de la investigación y el pensamiento no se cristalizase en ideas dentro de las almas, sino que esas ideas constituyesen dinamismos permanentemente traducibles en enseñanzas y en acción, que sólo así las ideas pueden llamarse fuerzas. No quisiéramos ver en ella torres de marfil, ni vida contemplativa, ni arrobamientos en busca del mediador plástico; eso puede existir y quizá es bueno que exista en otra parte; no allí, allí no".

La nueva escuela, hermana de la idea universitaria de Sierra, y en cierto modo su primer fruto, cumplió los objetivos de su fundador. La semilla de un pensamiento original, resultado de su vinculación con una realidad cambiante, rudamente sujeta a los vaivenes de la política, empezó pronto a generar rendimientos. La presencia de Antonio Caso y Pedro Henríquez Ureña en el área de humanidades fue la fuente de caudalosas corrientes intelectuales vigentes todavía. Al paso de los años de su seno, y de la mano del matemático Sotero Prieto y el biólogo Isaac Ochoterena, surgieron también los cimientos de la enseñanza y la investigación de las ciencias exactas y naturales.

Justamente el desarrollo de las dos ramas principales de la Escuela de Altos Estudios condujo a su desaparición y a la creación de las facultades de Filosofía y Letras, primero, y de Ciencias, después. El trayecto de esas dos instituciones, de cuya matriz surgieron los institutos de humanidades y de investigación científica, que son piedra angular de la universidad contemporánea, ha sido crecientemente fructuoso, como puede comprobarse de distintas maneras.

Una de ellas, que está a la mano porque ocurre hoy mismo, esta mañana, es el hecho de que al cumplir su primer siglo, la Universidad Nacional otorga el Doctorado Honoris Causa a sobresalientes hijos de esas facultades: Margit Frenk Freund estudió allí letras españolas, lo mismo que Carlos Monsiváis (a quien se otorgará la distinción post mortem); Luis Felipe Rodríguez Jorge cursó sus estudios de física, y Ramón Xirau los de literatura y filosofía.

Sierra dijo hace 100 años al presidente Díaz que "el gobierno de la ciencia en acción debe pertenecer a la ciencia misma". Un siglo después, esa noción de autonomía parece haber avanzado hacia la independencia financiera, la que evite la negociación anual en pos de los recursos públicos imprescindibles para su tarea. Senadores y diputados se dijeron conscientes de esta necesidad. Está en sus manos traducir las palabras retóricas a textos legales que otorguen permanente fortaleza económica a la Universidad. En el Congreso, donde ayer se rindió tributo a la Universidad centenaria, suele hablarse mucho y concretarse poco. Que ése no sea el caso ahora lo merece la institución de la que tantas loas se dijeron ayer. Sería un magnífico regalo por su centésimo cumpleaños.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Morales propone en la ONU cuatro medidas antipobreza

Martes, 21 de Septiembre de 2010

DISCURSO EN NUEVA YORK: llamó a los países a cambiar la injusta distribución de la riqueza, que es causante de la pobreza.

[] Nueva York - Estados Unidos

Enviado especial de Cambio

El presidente Evo Morales dijo ayer durante su discurso en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ante delegados del mundo, que la injusta distribución de riqueza es la principal causa de la pobreza y del gradual incumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Ante ello, llamó a acabar con la inequidad y propuso una receta antipobreza que incluye democratizar la economía, más Estado, que los servicios básicos sean declarados como Derechos Humanos y que se cree el Banco del Sur.

Morales pronunció ese discurso en Nueva York, Estados Unidos, en el inicio del periodo de sesiones de la ONU convocado para evaluar los avances de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. En ese encuentro, el mandatario destacó la importancia de defender a la Madre Tierra y dio a conocer los resultados en Bolivia de la disminución de la extrema pobreza, la erradicación del analfabetismo y otros indicadores de desarrollo.

Fijados en el año 2000, los Objetivos de Desarrollo del Milenio que 192 países acordaron conseguir para el año 2015 son ocho: erradicar la pobreza extrema y el hambre, lograr la enseñanza primaria universal, promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna, combatir el VIH/sida, el paludismo y otras enfermedades, garantizar el sustento del medio ambiente y fomentar una asociación mundial para el desarrollo.

Al inicio de su discurso, Morales puso como pilar el debate sobre las causas de la pobreza y no sobre sus efectos: “Lamentablemente, quiero decirles de manera anticipada, la injusta distribución de la riqueza trae la pobreza. Las políticas, modelos económicos vigentes en el mundo, no son ninguna solución para acabar con la pobreza. Muy pocos tenemos derecho a vivir en lujos y las mayorías están condenadas a ser pobres. Si esas políticas no cambiamos, seguramente jamás vamos a resolver el tema de la pobreza”.

“No va a haber cumplimiento de las Metas de Desarrollo del Milenio ­agregó­ si no acabamos con esta desigualdad e inequidad. La injusta distribución de la riqueza es la principal causa del incumplimiento de las metas de Desarrollo del Milenio y nuestras tareas deben estar orientadas a acabar con esta injusta distribución”.

Morales dijo que los países del Sur están financiando a los del norte, pero eso debe cambiar en este milenio ya que se deben cerrar “las venas abiertas del sur al norte”.

Citando un informe internacional, el mandatario dijo que todos los países en desarrollo transfirieron a los países desarrollados 891.000 millones de dólares durante el año 2008, y 568.000 millones de dólares durante el año 2009. Estas cifras son superiores a la ayuda oficial que reciben los países en vías de desarrollo.

“Lo que tenemos que discutir en esta reunión, queridos presidentes, presidentas, delegaciones, es cómo frenar este saqueo de nuestros recursos del sur y cómo invertir esos dineros en educación, salud, deporte y, fundamentalmente, cómo enfrentar la pobreza”.

RECETA ANTIPOBREZA

Frente a los delegados de los países congregados en la ONU, el Presidente boliviano sugirió una receta de cuatro puntos como opción para disminuir la pobreza:

Primero, incidir en la nacionalización y recuperación de los recursos naturales, la recuperación de empresas estatales privatizadas ­especialmente de las empresas de servicios básicos­ para que los “dividendos que generan se queden en nuestros países y beneficien a los pueblos”.

En el fondo ­dijo Morales­, esta propuesta plantea democratizar la economía en beneficio de nuestros pueblos, en beneficio de las mayorías abandonadas”.

Una segunda medida sugerida por el Presidente se refiere a establecer soberanamente reglas para la inversión extranjera con el fin de que esa inversión asegure más beneficios para el Estado y que luego se dé una reinversión en el país.

“Es decir, lo que en Bolivia decimos: queremos socios, no patrones; necesitamos inversión, pero el Estado debe ser el dueño de los recursos naturales”, sostuvo.

“Como tercer punto quiero decirles que todos los servicios básicos deben ser un derecho humano: agua, agua potable, agua para riego, energía; es decir, luz, comunicación e incentivar el deporte.

No es posible que los servicios públicos sean negocios privados. Desde el momento en que son negocio privado los servicios básicos, automáticamente, directa o indirectamente, estamos violando los derechos humanos”, mencionó el Presidente, quien aprovechó la oportunidad para agradecer a la ONU por haber reconocido al agua ­a iniciativa de Bolivia­ como un derecho humano en el mundo.

BANCO DEL SUR

Como cuarto punto para disminuir la pobreza, Morales propuso que en vez de colocar las reservas internacionales en bancos de los países desarrollados.

“Construyamos, un Banco del Sur, y no solamente estoy planteando de Sudamérica, sino de todos los países del sur, de África, de América, de Asia, incluida China, para construir un Banco del Sur de todos los países en vías de desarrollo, con un porcentaje de nuestras reservas internacionales para financiarnos a nosotros mismos, sin condiciones ni ajustes estructurales, y así romper con la dependencia del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial”, apuntó.

Aseguró que el país está mejor sin las recetas del FMI. Recordó que un informe del Banco Mundial estableció que la economía boliviana está saludable y que el país pasó de tener ingresos bajos a tener ingresos medios.


PROPUESTAS DEL PRESIDENTE

En su discurso en la ONU, el presidente Evo Morales propuso ayer cuatro medidas para contribuir a la disminución de la pobreza:

1) Incidir en la nacionalización y recuperación de los recursos naturales y la recuperación de empresas privatizadas para que los dividendos que generan “beneficien a los pueblos”, es decir, democratizar la economía.

2) Establecer soberanamente reglas para la inversión extranjera con el fin de que esa inversión asegure más beneficios para el Estado.

3) Que todos los servicios básicos sean un derecho humano y no un negocio.

4) Crear un Banco del Sur con participación de países subdesarrollados de la región, de África, Asia. El dinero para ese banco podría provenir de las reservas internacionales, “para financiarnos a nosotros mismos, sin condiciones”.


OBJETIVOS DEL MILENIO

Objetivo 1: Erradicar la pobreza extrema y el hambre. Reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, la proporción de personas que sufren hambre. Reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, la proporción de personas cuyos ingresos son inferiores a un dólar diario. Conseguir pleno empleo productivo y trabajo digno para todos, incluyendo mujeres y jóvenes.

Objetivo 2: Lograr la enseñanza primaria universal.

Objetivo 3: Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer.

Objetivo 4: Reducir la mortalidad infantil.

Objetivo 5: Mejorar la salud materna. Reducir en tres cuartas partes, entre 1990 y 2015, la mortalidad materna.

Objetivo 6: Combatir el VIH/sida, el paludismo y otras enfermedades.

Objetivo 7: Garantizar el sustento del medio ambiente.

Objetivo 8: Fomentar una asociación mundial para el desarrollo.

Fuente: es.wikipedia.org

Fuente : Cambio


http://www.derechoshumanosbolivia.org/noticia.php?cod_noticia=NO20100921090029

domingo, 22 de agosto de 2010

Conclusiones-Hernández


La Jornada, 22 de Agosto de 2010

viernes, 20 de agosto de 2010

Los Niños Cantores del Valle de Chalco Interpretan Yunuén

Los Niños Cantores del Valle de Chalco presentándose en el 12°
Festival Cultural Infantil de Verano, Texcoco 2009. 15 de julio de
2009. Interpretan Yunuén:

martes, 10 de agosto de 2010

BÙSQUEDA EXITOSA


MI GOLDI, QUERIA ENCONTRAR PARIENTES DE MI PAPA QUE HACE SIGLOS NO VEÌAMOS. CONI CON GRAN PRESTEZA, ORGANIZÒ UN VIAJE PARA LLEVARLA A ACÀMBARO Y GUANAJUATO EN BUSCA DE LUPITA GASCA Y COCA (SOBRINA DE MI PAPÀ). ME INVITARON Y ME PEGUÈ. ESTUVO MUY PADRE Y ¡¡LAS ENCONTRAMOS!! FUE COMO DE DETECTIVES PERO SOMOS MUY LISTAS Y LAS ENCONTRAMOS. FUE UN VIAJE MUY RICO Y MUY LLENO DE COSAS EN SÒLO DOS DÍAS.
LES MANDO UNAS FOTOS. GRACIAS CONITA.



miércoles, 28 de julio de 2010

'Va pa' tras'

Por Denise Dresser
Grupo Reforma

Ciudad de México, México (may 17 2010 12:00am).-

Basta con ver la cara de los priistas en cualquier acto público. Basta con advertir las sonrisas compartidas, los rostros complacidos, los abrazos entusiastas. Están felices y se les nota; están rebosantes y no lo pueden ni lo quieren ocultar. Saben que vienen de vuelta, saben que están de regreso, saben que encuesta tras encuesta los coloca en el primer lugar de las preferencias en las elecciones estatales y cada vez más cerca de recuperar el control del gobierno federal.

El PRI resurge, el PRI revive, el PRI resucita. Beneficiario del panismo incompetente y del perredismo auto-destructivo, el Revolucionario Institucional está a un paso de alcanzar el picaporte de Los Pinos tan sólo dos sexenios después de haber sido expulsado de allí.

Para muchos mexicanos esta posibilidad no es motivo de insomnio ni de preocupación. Hablan del retorno del PRI como si fuera un síntoma más de la normalidad democrática. Un indicio más de la alternancia aplaudible. Un indicador positivo de la modernización que México ha alcanzado y que ya sería imposible revertir. "El país ya no es el mismo que el de 1988", advierten quienes no se sienten alarmados por la resurrección priista. "El PRI no podría gobernar de manera autoritaria como lo hizo alguna vez", sugieren quienes celebran los logros de la consolidación democrática. "Los priistas se verían obligados a instrumentar las reformas que hasta ahora han rechazado", auguran los oráculos del optimismo.

Y ojalá tuvieran razón las voces de aquellos a quienes no les quita el sueño la posibilidad de Enrique Peña Nieto en Los Pinos, Manlio Fabio Beltrones en la Secretaría de Gobernación, Beatriz Paredes en cualquier puesto del gabinete, y Emilio Gamboa en la presidencia del PRI.

Ojalá fuera cierto que una nueva era de presidencias priistas sería señal de alternancia saludable y no de regresión lamentable. Ojalá fuera verdad que tanto el país como el PRI han cambiado lo suficiente como para prevenir el resurgimiento de las peores prácticas del pasado.

Pero cualquier análisis del priismo actual contradice ese pronóstico, basado más en lo que sus proponentes quisieran ver que en la realidad circundante. Como lo escribe el columnista Tom Friedman en The New York Times, en México hoy coexisten tres grupos: "Los Narcos, los No's y los NAFTA's": los capos, los beneficiarios del statu quo y los grupos sociales que anhelan el progreso y la modernización. Y hoy el PRI es, por definición, "El Partido del No". El que se opone a las reformas necesarias por los intereses rentistas que protege; el que rechaza las candidaturas ciudadanas por la rotación de élites que defiende; el que rehúye la modernización sindical por los "derechos adquiridos" que consagró; el que no quiere tocar a los monopolios porque fue responsable de su construcción. El PRI y sus bases son los "No's" porque constituyen la principal oposición a cualquier cambio que entrañaría abrir, privatizar, sacudir, confrontar, airear o remodelar el sistema que los priistas concibieron y del cual viven.

A quien no crea que esto es así, le sugiero que lea los discursos atávicos de Beatriz Paredes, que examine la oposición pueril de Enrique Peña Nieto a la reelección, que reflexione sobre los intereses cuestionables de Manlio Fabio Beltrones, que estudie los negocios multimillonarios de Emilio Gamboa, nuevo dirigente de la CNOP y próximo presidente del partido. Allí está el PRI clientelar, el PRI corporativo, el PRI corrupto, el PRI que realmente no cree en la participación ciudadana o en los contrapesos o en la rendición de cuentas o en la apertura de la vida sindical al escrutinio público.

Si la biografía es micro-historia, entonces se vuelve indispensable desmenuzar la de Emilio Gamboa ya que su selección reciente para una de las posiciones más importantes del priismo revela mucho sobre el ideario, los principios y el modus operandi de la organización. Emilio Gamboa, descrito en el libro coordinado por Jorge Zepeda Patterson, Los intocables, como el broker emblemático de la política mexicana; el intermediario entre el dinero y el poder político. Vinculado al Pemexgate, al quebranto patrimonial en Fonatur, al crimen organizado vía su relación con Marcela Bodenstedt y el Cártel del Golfo, a las redes de pederastia, al tráfico de influencias. De nuevo en la punta del poder dentro de su propio partido.

Ése es el PRI del 2010, y si no lo fuera, su dirigencia ya habría denunciado a Emilio Gamboa junto a tantos que se le parecen. Pero no es así. El PRI nuevo milenio y el que se apresta a gobernar a la República sigue siendo un club transexenal de corruptos acusados y corruptos exonerados; de cotos construidos sobre la intersección de la política y los negocios; de redes tejidas sobre el constante intercambio de favores y posiciones, negociadas a oscuras.

En una conversación telefónica grabada y ampliamente diseminada -que a pesar de ello no ha hecho mella en su carrera política- Emilio Gamboa le dice a Kamel Nacif: "va p'a tras". Y ése es el mismo mensaje que el PRI envía sobre el país bajo su mando.

Estrategia de López Obrador

Miguel Ángel Granados Chapa
REFORMA 27 Jul. 10
http://www.reforma.com/libre/online07/imggc/pix.gif

Dos años antes de la elección de 2012 Andrés Manuel López Obrador enseñó la fuerza con la que pretende ser, primero, candidato de la izquierda y luego presidente de la República. La multitud reunida en torno suyo anteayer es una muestra del universo, compuesto por millones de personas, que serviría de base a su segundo intento de alcanzar el Poder Ejecutivo.

Ningún dirigente político es capaz, hoy, de lograr una concentración tan numerosa. López Obrador se propone convertirla, mediante el proselitismo directo, a ras de tierra, y la organización, en el ingrediente eficaz de la transformación pública, suficiente para vencer el poderío de los intereses creados, a los que esquemáticamente reduce a 30 potentados que ya hicieron cuanto estuvo a su alcance para impedir que este elemento anómalo de la política formal aproveche sus cauces para mellar su poder o capacidades de influencia.

Más que nunca ahora, López Obrador irrita a muchos, que le temen porque no
es como quisieran que fuese. No es "el político de izquierda moderna" que
México necesita, según razonan quienes paternalmente diseñan el modelo de esa opción sin pertenecer a ella y por lo tanto sin interesarse verdaderamente en su modo de ser. El estilo de López Obrador ofende porque no es dócil, porque no se resignó a padecer el fraude que está seguro lo privó de la victoria hace cuatro años. Y porque se propone impedir que en su nueva postulación se pueda asestarle el mismo daño. El antídoto contra ese veneno, según ha practicado y enunció el domingo en el Zócalo, es la organización, política en general y electoral en particular. Anunció la creación de comités seccionales, para la promoción y la defensa del voto. Se requerirá para ello una multitud de ciudadanos: en 2006 se abrieron alrededor de 130 mil casillas, y el número será mayor en 2012. El ejército
ciudadano para ese propósito está ya integrado, y deberá ser capaz de practicar un proselitismo eficiente del modo en que lo ha hecho el propio López Obrador, en contacto directo con la gente.

El del domingo fue un acto de preprecampaña, así, como el prefijo doble. Esa porción del activismo no está regulada, a pesar de lo cual se intenta ya frenarla, porque se sabe que en esa etapa López Obrador tiene ventaja. Otros aspirantes están ya en ello, especialmente a través de los medios, como Enrique Peña Nieto y Marcelo Ebrard, y también participando en las campañas de candidatos afines en las elecciones de este año. Precisamente la exposición del jefe de Gobierno capitalino, a partir de sus visitas de solidaridad a candidatos de la alianza PAN-PRD, que le significaba ventaja en su posicionamiento público, ha conducido a López Obrador a abrir sin ambages sus aspiraciones. No es que se haya destapado en la segunda semana de julio, después de las elecciones en que la opción apoyada por su amigo y contendiente participó, sino que habló en voz alta de sus aspiraciones para no ser tapado por las ajenas.

La presencia de Luis Walton y de Alberto Anaya, los dirigentes de Convergencia y del PT, respectivamente, en el estrado desde el que habló López Obrador, y la ausencia de Jesús Ortega, líder del PRD, son señales en el camino de quien aceptó ser llamado "presidente legítimo de México". El lanzamiento de su preprecandidatura no altera la agenda prevista por esos partidos, agrupados en el Diálogo por la reconstrucción de México. Está pactado que el DIA presentará como candidato al aspirante mejor posicionado. Cada uno a su modo, Ebrard y López Obrador trabajan para lograr esa ubicación. No hay ahora asomo de ruptura. Ciertamente en el círculo más cercano a cada uno de ellos hay la tendencia a propiciar distancia y aun fractura. Pero en este momento, por convicción y por conveniencia, ninguno de los dos está en situación de romper con el otro. Si esa hora llega, no está próxima. Y no es inexorable.

No hay duda de la simbiosis de Convergencia y el PT con López Obrador. Si esos partidos subsisten y tienen financiamiento y representación parlamentaria es gracias a su asociación con el ex jefe de Gobierno capitalino. Lo presentarán sin duda como su abanderado en la contienda interna del DIA, llegado el momento. Y pesarán a la hora de definir el método de elección del candidato o de definir en qué consiste "estar mejor posicionado", pues la expresión es interpretable, ya que habrá que combinar valores encontrados, el peso de las preferencias y los rechazos.

El problema en la definición de la candidatura estriba en el PRD. Es conocida, e insalvable, la distancia entre Nueva Izquierda y López Obrador. En 2006 estuvieron todavía en condición y necesidad de aceptarse; de mal modo pero lo hicieron. Ahora las cosas han cambiado, y al parecer el nuevo equilibrio de fuerzas favorece a López Obrador, o si se quiere menor énfasis, es menos ventajoso para Nueva Izquierda que hace cuatro años. Esa corriente, conocida comúnmente como Los Chuchos, por el nombre de pila de sus dirigentes -Ortega y Zambrano, a los que no es lícito meter en el mismo costal, porque sus orígenes y trayectos son diferentes- se ha dividido y perdido peso dentro del PRD, al punto de que Ortega podría dejar la
presidencia del partido de un momento a otro, sin esperar a diciembre, como
se pactó internamente en algún momento. De modo que acaso se mitiguen o
eliminen las causas de la desavenencia entre la dirección del PRD y López
Obrador.

No destapado, pero tapado tampoco, AMLO despliega una estrategia que no
anuncia ruptura de su parte.

sábado, 24 de julio de 2010

Nur Bojórquez

Para aquellos de ustedes que todavía no hayan tenido el gustazo de conocer a la estrella más joven del firmamento, se los presento:

Nur Bojórquez

jueves, 8 de julio de 2010

Fin de primaria de Ashanti

Nomás pa que vean que acá también hacen festivalitos y que ahora sí le puse rollo a la cámara.


sábado, 26 de junio de 2010

David y Naya por el mundo

Queridos todos,

Naya y yo empezamos un blog de nuestros viajes (algun dia sera apropiada la plural). Aqui se encuentra la obra en proceso: http://davidandnayaaroundtheworld.wordpress.com/
Al momento es monolingue, pero si me prometen no burlarse de mi gramatica y uso del idioma, la traducire a la brevedad posible.

Saludos!

sábado, 19 de junio de 2010

Abuelita con nietos crecidos


San Andrés, Mayo 2010

domingo, 16 de mayo de 2010

Cuernavaca, Mayo de 2010


Nur Bojórquez, de un mes y cinco días de edad.
Nur significa "Luz"

viernes, 16 de abril de 2010

Carta abierta a los obispos católicos de todo el mundo

HANS KÜNG / ELPAIS.com,

Estimados obispos,

Joseph Ratzinger, ahora Benedicto XVI, y yo fuimos entre 1962 1965 los dos teólogos más jóvenes del concilio. Ahora, ambos somos los más ancianos y los únicos que siguen plenamente en activo. Yo siempre he entendido también mi labor teológica como un servicio a la Iglesia. Por eso, preocupado por esta nuestra Iglesia, sumida en la crisis de confianza más profunda desde la Reforma, os dirijo una carta abierta en el quinto aniversario del acceso al pontificado de Benedicto XVI. No tengo otra posibilidad de llegar a vosotros.

Aprecié mucho que el papa Benedicto, al poco de su elección, me invitara a mí, su crítico, a una conversación de cuatro horas, que discurrió amistosamente. En aquel momento, eso me hizo concebir la esperanza de que Joseph Ratzinger, mi antiguo colega en la Universidad de Tubinga, encontrara a pesar de todo el camino hacia una mayor renovación de la Iglesia y el entendimiento ecuménico en el espíritu del Concilio Vaticano II.

Mis esperanzas, y las de tantos católicos y católicas comprometidos, desgraciadamente no se han cumplido, cosa que he hecho saber al papa Benedicto de diversas formas en nuestra correspondencia. Sin duda, ha cumplido concienzudamente sus cotidianas obligaciones papales y nos ha obsequiado con tres útiles encíclicas sobre la fe, la esperanza y el amor. Pero en lo tocante a los grandes desafíos de nuestro tiempo, su pontificado se presenta cada vez más como el de las oportunidades desperdiciadas, no como el de las ocasiones aprovechadas:

- Se ha desperdiciado la oportunidad de un entendimiento perdurable con los judíos: el Papa reintroduce la plegaria preconciliar en la que se pide por la iluminación de los judíos y readmite en la Iglesia a obispos cismáticos notoriamente antisemitas, impulsa la beatificación de Pío XII y sólo se toma en serio al judaísmo como raíz histórica del cristianismo, no como una comunidad de fe que perdura y que tiene un camino propio hacia la salvación. Los judíos de todo el mundo se han indignado con el predicador pontificio en la liturgia papal del Viernes Santo, en la que comparó las críticas al Papa con la persecución antisemita.

- Se ha desperdiciado la oportunidad de un diálogo en confianza con los musulmanes; es sintomático el discurso de Benedicto en Ratisbona, en el que, mal aconsejado, caricaturizó al islam como la religión de la violencia y la inhumanidad, atrayéndose así la duradera desconfianza de los musulmanes.

- Se ha desperdiciado la oportunidad de la reconciliación con los pueblos nativos colonizados de Latinoamérica: el Papa afirma con toda seriedad que estos "anhelaban" la religión de sus conquistadores europeos.

- Se ha desperdiciado la oportunidad de ayudar a los pueblos africanos en la lucha contra la superpoblación, aprobando los métodos anticonceptivos, y en la lucha contra el sida, admitiendo el uso de preservativos.

- Se ha desperdiciado la oportunidad de concluir la paz con las ciencias modernas: reconociendo inequívocamente la teoría de la evolución y aprobando de forma diferenciada nuevos ámbitos de investigación, como el de las células madre.

- Se ha desperdiciado la oportunidad de que también el Vaticano haga, finalmente, del espíritu del Concilio Vaticano II la brújula de la Iglesia católica, impulsando sus reformas.

Este último punto, estimados obispos, es especialmente grave. Una y otra vez, este Papa relativiza los textos conciliares y los interpreta de forma retrógrada contra el espíritu de los padres del concilio. Incluso se sitúa expresamente contra el concilio ecuménico, que según el derecho canónico representa la autoridad suprema de la Iglesia católica:

- Ha readmitido sin condiciones en la Iglesia a los obispos de la Hermandad Sacerdotal San Pío X, ordenados ilegalmente fuera de la Iglesia católica y que rechazan el concilio en aspectos centrales.

- Apoya con todos los medios la misa medieval tridentina y él mismo celebra ocasionalmente la eucaristía en latín y de espaldas a los fieles.

- No lleva a efecto el entendimiento con la Iglesia anglicana, firmado en documentos ecuménicos oficiales (ARCIC), sino que intenta atraer a la Iglesia católico-romana a sacerdotes anglicanos casados renunciando a aplicarles el voto de celibato.

- Ha reforzado los poderes eclesiales contrarios al concilio con el nombramiento de altos cargos anticonciliares (en la Secretaría de Estado y en la Congregación para la Liturgia, entre otros) y obispos reaccionarios en todo el mundo.

El Papa Benedicto XVI parece alejarse cada vez más de la gran mayoría del pueblo de la Iglesia, que de todas formas se ocupa cada vez menos de Roma y que, en el mejor de los casos, aún se identifica con su parroquia y sus obispos locales.

Sé que algunos de vosotros padecéis por el hecho de que el Papa se vea plenamente respaldado por la curia romana en su política anticonciliar. Esta intenta sofocar la crítica en el episcopado y en la Iglesia y desacreditar por todos los medios a los críticos. Con una renovada exhibición de pompa barroca y manifestaciones efectistas cara a los medios de comunicación, Roma trata de exhibir una Iglesia fuerte con un "representante de Cristo" absolutista, que reúne en su mano los poderes legislativo, ejecutivo y judicial. Sin embargo, la política de restauración de Benedicto ha fracasado. Todas sus apariciones públicas, viajes y documentos no son capaces de modificar en el sentido de la doctrina romana la postura de la mayoría de los católicos en cuestiones controvertidas, especialmente en materia de moral sexual. Ni siquiera los encuentros papales con la juventud, a los que asisten sobre todo agrupaciones conservadoras carismáticas, pueden frenar los abandonos de la Iglesia ni despertar más vocaciones sacerdotales.

Precisamente vosotros, como obispos, lo lamentaréis en lo más profundo: desde el concilio, decenas de miles de obispos han abandonado su vocación, sobre todo debido a la ley del celibato. La renovación sacerdotal, aunque también la de miembros de las órdenes, de hermanas y hermanos laicos, ha caído tanto cuantitativa como cualitativamente. La resignación y la frustración se extienden en el clero, precisamente entre los miembros más activos de la Iglesia. Muchos se sienten abandonados en sus necesidades y sufren por la Iglesia. Puede que ese sea el caso en muchas de vuestras diócesis: cada vez más iglesias, seminarios y parroquias vacíos. En algunos países, debido a la carencia de sacerdotes, se finge una reforma eclesial y las parroquias se refunden, a menudo en contra de su voluntad, constituyendo gigantescas "unidades pastorales" en las que los escasos sacerdotes están completamente desbordados.

Y ahora, a las muchas tendencias de crisis todavía se añaden escándalos que claman al cielo: sobre todo el abuso de miles de niños y jóvenes por clérigos -en Estados Unidos, Irlanda, Alemania y otros países- ligado todo ello a una crisis de liderazgo y confianza sin precedentes. No puede silenciarse que el sistema de ocultamiento puesto en vigor en todo el mundo ante los delitos sexuales de los clérigos fue dirigido por la Congregación para la Fe romana del cardenal Ratzinger (1981-2005), en la que ya bajo Juan Pablo II se recopilaron los casos bajo el más estricto secreto. Todavía el 18 de mayo de 2001, Ratzinger enviaba un escrito solemne sobre los delitos más graves (Epistula de delitos gravioribus) a todos los obispos. En ella, los casos de abusos se situaban bajo el secretum pontificium, cuya vulneración puede atraer severas penas canónicas. Con razón, pues, son muchos los que exigen al entonces prefecto y ahora Papa un mea culpa personal. Sin embargo, en Semana Santa ha perdido la ocasión de hacerlo. En vez de ello, el Domingo de Ramos movió al decano del colegio cardenalicio a levantar urbi et orbe testimonio de su inocencia.

Las consecuencias de todos estos escándalos para la reputación de la Iglesia católica son devastadoras. Esto es algo que también confirman ya dignatarios de alto rango. Innumerables curas y educadores de jóvenes sin tacha y sumamente comprometidos padecen bajo una sospecha general. Vosotros, estimados obispos, debéis plantearos la pregunta de cómo habrán de ser en el futuro las cosas en nuestra Iglesia y en vuestras diócesis. Sin embargo, no querría bosquejaros un programa de reforma; eso ya lo he hecho en repetidas ocasiones, antes y después del concilio. Sólo querría plantearos seis propuestas que, es mi convicción, serán respaldadas por millones de católicos que carecen de voz.

1. No callar: en vista de tantas y tan graves irregularidades, el silencio os hace cómplices. Allí donde consideréis que determinadas leyes, disposiciones y medidas son contraproducentes, deberíais, por el contrario, expresarlo con la mayor franqueza. ¡No enviéis a Roma declaraciones de sumisión, sino demandas de reforma!

2. Acometer reformas: en la Iglesia y en el episcopado son muchos los que se quejan de Roma, sin que ellos mismos hagan algo. Pero hoy, cuando en una diócesis o parroquia no se acude a misa, la labor pastoral es ineficaz, la apertura a las necesidades del mundo limitada, o la cooperación mínima, la culpa no puede descargarse sin más sobre Roma. Obispo, sacerdote o laico, todos y cada uno han de hacer algo para la renovación de la Iglesia en su ámbito vital, sea mayor o menor. Muchas grandes cosas en las parroquias y en la Iglesia entera se han puesto en marcha gracias a la iniciativa de individuos o de grupos pequeños. Como obispos, debéis apoyar y alentar tales iniciativas y atender, ahora mismo, las quejas justificadas de los fieles.

3. Actuar colegiadamente: tras un vivo debate y contra la sostenida oposición de la curia, el concilio decretó la colegialidad del Papa y los obispos en el sentido de los Hechos de los Apóstoles, donde Pedro tampoco actuaba sin el colegio apostólico. Sin embargo, en la época posconciliar los papas y la curia han ignorado esta decisión central del concilio. Desde que el papa Pablo VI, ya a los dos años del concilio, publicara una encíclica para la defensa de la discutida ley del celibato, volvió a ejercerse la doctrina y la política papal al antiguo estilo, no colegiado. Incluso hasta en la liturgia se presenta el Papa como autócrata, frente al que los obispos, de los que gusta rodearse, aparecen como comparsas sin voz ni voto. Por tanto, no deberíais, estimados obispos, actuar solo como individuos, sino en comunidad con los demás obispos, con los sacerdotes y con el pueblo de la Iglesia, hombres y mujeres.

4. La obediencia ilimitada sólo se debe a Dios: todos vosotros, en la solemne consagración episcopal, habéis prestado ante el Papa un voto de obediencia ilimitada. Pero sabéis igualmente que jamás se debe obediencia ilimitada a una autoridad humana, solo a Dios. Por tanto, vuestro voto no os impide decir la verdad sobre la actual crisis de la Iglesia, de vuestra diócesis y de vuestros países. ¡Siguiendo en todo el ejemplo del apóstol Pablo, que se enfrentó a Pedro y tuvo que "decirle en la cara que actuaba de forma condenable" (Gal 2, 11)! Una presión sobre las autoridades romanas en el espíritu de la hermandad cristiana puede ser legítima cuando estas no concuerden con el espíritu del Evangelio y su mensaje. La utilización del lenguaje vernáculo en la liturgia, la modificación de las disposiciones sobre los matrimonios mixtos, la afirmación de la tolerancia, la democracia, los derechos humanos, el entendimiento ecuménico y tantas otras cosas sólo se han alcanzado por la tenaz presión desde abajo.

5. Aspirar a soluciones regionales: es frecuente que el Vaticano haga oídos sordos a demandas justificadas del episcopado, de los sacerdotes y de los laicos. Con tanta mayor razón se debe aspirar a conseguir de forma inteligente soluciones regionales. Un problema especialmente espinoso, como sabéis, es la ley del celibato, proveniente de la Edad Media y que se está cuestionando con razón en todo el mundo precisamente en el contexto de los escándalos por abusos sexuales. Una modificación en contra de la voluntad de Roma parece prácticamente imposible. Sin embargo, esto no nos condena a la pasividad: un sacerdote que tras madura reflexión piense en casarse no tiene que renunciar automáticamente a su estado si el obispo y la comunidad le apoyan. Algunas conferencias episcopales podrían proceder con una solución regional, aunque sería mejor aspirar a una solución para la Iglesia en su conjunto. Por tanto:

6. Exigir un concilio: así como se requirió un concilio ecuménico para la realización de la reforma litúrgica, la libertad de religión, el ecumenismo y el diálogo interreligioso, lo mismo ocurre en cuanto a solucionar el problema de la reforma, que ha irrumpido ahora de forma dramática. El concilio reformista de Constanza en el siglo previo a la Reforma acordó la celebración de concilios cada cinco años, disposición que, sin embargo, burló la curia romana. Sin duda, esta hará ahora cuanto pueda para impedir un concilio del que debe temer una limitación de su poder. En todos vosotros está la responsabilidad de imponer un concilio o al menos un sínodo episcopal representativo.

La apelación que os dirijo en vista de esta Iglesia en crisis, estimados obispos, es que pongáis en la balanza la autoridad episcopal, revalorizada por el concilio. En esta situación de necesidad, los ojos del mundo están puestos en vosotros. Innúmeras personas han perdido la confianza en la Iglesia católica. Para recuperarla sólo valdrá abordar de forma franca y honrada los problemas y las reformas consecuentes. Os pido, con todo el respeto, que contribuyáis con lo que os corresponda, cuando sea posible en cooperación con el resto de los obispos; pero, si es necesario, también en solitario, con "valentía" apostólica (Hechos 4, 29-31). Dad a vuestros fieles signos de esperanza y aliento y a nuestra iglesia una perspectiva.

Os saluda, en la comunión de la fe cristiana, Hans Küng.

Traducción: Jesús Alborés Rey

Hans Küng es catedrático emérito de Teología Ecuménica en la Universidad de Tubinga (Alemania) y presidente de Global Ethic.

jueves, 8 de abril de 2010

La banda de marchar de Martín


7 abr, 16:36
De: "Duncan Marilu"
Asunto: La banda de marchar de Martín

Son cuates de la banda de marchar de Stanford (amiguísimos de Martín) con el vicepres. de EEUU anoche, en el campeonato nacional de basquetbol para mujeres..... perdió Stanford snif!
Marilú

lunes, 5 de abril de 2010

gabi-goldi


De: carmen chapela ...@yahoo.com.mx>
Fecha: Fri, 2 Apr 2010 07:43:25 -0700 (PDT)
Asunto: gabi-goldi

ayer estuvimos en el parque Gabi, Goldi y yo. Les comparto foto. TATA

viernes, 26 de marzo de 2010

La nación de los bandidos

Lorenzo Meyer. Reforma
25 Mar. 10

Viendo el incremento exponencial de la inseguridad y los remedios que
intenta el gobierno, pareciera que México volvió al Siglo XIX

De regreso
Nadie debería sentirse aludido por el encabezado de esta columna; se trata del título de un libro cuyo subtítulo es: Una historia de forajidos y de lucha cultural en México, 1810-1920 de Chris Frazer (Bandit nation. A history of outlaws and cultural struggle in Mexico, 1810-1920, University of Nebraska Press, 2006). Lo interesante de la obra, además de datos e interpretaciones, es que, pese a sus errores al transcribir nombres en español, nos permite discutir hasta qué punto el auge actual del crimen organizado significa un retorno a la condición que el país tuvo durante un largo periodo del Siglo XIX.

La falla de origen
Al perecer la Nueva España y nacer México, el problema político central fue recuperar la unidad y construir el sentido nacional. En 1821 México era una sociedad rural que si bien compartía la religión y en menor medida la lengua y los valores, las relaciones entre sus miembros provenían del viejo régimen colonial y eran de explotación, lo que había resultado en una distribución muy inequitativa de la propiedad, la riqueza, los privilegios y el poder político. En una situación tan poco propicia para construir una nación no tardó en cristalizar una profunda división entre las élites. Esa división se ahondó hasta desembocar en una lucha civil sin cuartel -la Guerra de Reforma- que retardó el dar forma a una estructura política adecuada. Todo lo anterior terminó por ser un caldo de cultivo ideal para uno de los males de la época: el bandidaje. Frazer ahonda en tres aspectos del bandolerismo rural y del crimen urbano en el México independiente. El primero es que, y sin importar su ideología, las élites vieron a las clases populares como una masa enemiga controlable básicamente por la fuerza, pues consideraban que su conducta criminal parte de su naturaleza. El segundo es que esas clases populares vieron con frecuencia a los bandidos como ejemplos a seguir, por su arrojo, sus formas y estilos ostentosos -"Los plateados" de Morelos, por ejemplo- y su desafío a un orden social corrupto e injusto. El tercero, y aquí Frazer se desenvuelve bien, son las imágenes que sobre México y lo mexicano difundieron los viajeros anglosajones. Esa visión de México, básicamente negativa, se armó a partir de una supuesta superioridad moral, intelectual y racial de lo europeo. El robo, la deshonestidad y el rechazo al trabajo honrado resultaron ser la quintaesencia de lo mexicano, que se explicó como resultado inevitable de un binomio: la geografía (el clima tropical) y la biología (la "degeneración de la raza"). Por un tiempo, esa equiparación entre lo mexicano y lo criminal fue un obstáculo a los empeños de las clases dirigentes por impulsar la modernización material del país vía la migración europea y la importación de capital.

El combate
La debilidad de la autoridad gubernamental del Siglo XIX, en particular de la policía, sólo atinó a buscar la solución del problema de la inseguridad en medidas de corto plazo: en la formulación de códigos legales cada vez más severos. El resultado fue que tanto conservadores como liberales marcharon de frustración en frustración hasta que la realidad política empezó a cambiar. En los dos últimos decenios del Siglo XIX la hegemonía liberal hizo eficiente el combate al bandidaje en gran escala, y el país pareció recuperar la normalidad perdida tras la guerra de independencia, pero el temor a las "clases peligrosas" se mantuvo.

Dura lex
El México independiente mantuvo el marco legal colonial para hacer frente al bandolerismo pero lo complementó con medidas provisionales que buscaron frenar un problema que creció hasta desbordar a todos los niveles de autoridad. Y ese marco legal se mantuvo hasta que en 1871 el gobierno de Benito Juárez pudo hacerle una revisión de fondo y ponerlo al día. En 1823, la creciente inseguridad en el vital camino México-Veracruz llevó a una escalada en las medidas temporales contra el crimen. Entonces se le dio poder al Ejército para arrestar y procesar a los salteadores de caminos. Los militares podían proceder directamente contra las cuadrillas sin necesidad de la intervención de un juez. En 1825 se abrió en la Ciudad de México una prisión exclusiva para salteadores, pero ahí el problema fue la venalidad de los jueces, de los carceleros y de todos los que podían lucrar con los prisioneros, que podían ser criminales reales o ficticios. En 1829 se permitió que la autoridad militar sentenciara directamente a los acusados de robo y bandolerismo a trabajos forzados, a ingresar a la Marina o a ser deportados a las Californias. Luego, los gobiernos de Bustamante a Santa Anna los forzaron a servir en el Ejército o, en los casos más graves, a que se les ejecutara en público, pero finalmente nada de eso hizo a México más seguro. El siguiente paso fue la creación de tribunales especiales, como los de Puebla -que se las tenían que ver con los bandidos de Río Frío-, y cuya función temporal se expandió en 1845 tanto en su duración como en su jurisdicción. La Constitución de 1857, en su artículo 23, impuso la pena de muerte para cierto tipo de bandolerismo, con lo que los liberales resultaron más duros que las viejas autoridades coloniales. El código juarista de 1871 mantuvo la pena de muerte aunque la limitó a los asaltos que resultaran en muertes, heridas, torturas o violaciones. Es más, ese mismo año, el Presidente suspendió todas las garantías para quienes fueran detenidos cometiendo secuestros o asaltos en los caminos. Y por si eso no fuera suficiente, se obligó a todos los propietarios rurales a reportar bimestralmente a las autoridades las actividades de bandolerismo en sus comunidades. Un estudio sobre los asaltantes enviados a prisión a mediados del Siglo XIX da las siguientes y nada sorprendentes características: hombres jóvenes de entre 20 y 30 años, de clase popular rural, analfabetas y casados. Las novelas de la época, producto de las élites ilustradas, dejaron muy mal paradas a las bandas de asaltantes de caminos -véase, como ejemplo, El Zarco, de Altamirano- pero los corridos, generalmente hechos por y para las clases populares, les presentaron bajo mejores luces, como héroes; Heraclio Bernal es un buen ejemplo.

El cambio
Fue durante el Porfiriato que el bandolerismo, aunque no el crimen, dejó de estar en el centro de las preocupaciones de las autoridades y la sociedad. El cambio se debió a que la unidad de la clase gobernante derivó en el fortalecimiento y relativa profesionalización del aparato de seguridad pública, en nuevos medios de comunicación -el ferrocarril- y el crecimiento de la economía. Sin embargo, en cuanto esa unidad de la élite se vino abajo como resultado de la caída del Porfiriato en 1911, el problema reapareció, aunque esta vez tomó menos tiempo -no menos dureza y represión- restaurar la unidad política y el orden. El nuevo régimen no sólo rehizo la cohesión política a un nivel superior al del antiguo, sino que, por primera vez, intentó atacar las causas sociales del crimen en gran escala. Sin embargo, al declinar el régimen postrevolucionario a partir de los 1980, el problema volvió a presentarse, pero esta vez con un rostro más duro, más brutal, más sádico. Hoy no se ha requerido de una nueva guerra civil para debilitar al gobierno, se está desmoronando desde dentro por su impericia, corrupción y rapacidad. Con el narcotráfico, la fuente principal de recursos de los criminales organizados ya no es la sociedad mexicana misma sino la norteamericana. Hoy ya no enfrentamos a "los caballeros del camino", como llamó el coronel Albert Evans en 1873 a los salteadores que observaban ciertas reglas de cortesía con su víctima; actualmente es común la tortura y la mutilación previa al asesinato. Sin embargo, se conservan rasgos centrales del pasado: muchos de los criminales antes fueron soldados o policías, siguen siendo jóvenes, reclutados de esas clases populares que carecen de educación y futuro. Su desprecio por la autoridad se nutre de las mismas razones del pasado y una parte de la sociedad plebeya gusta de los corridos que los pintan de manera positiva. La imagen externa de México vuelve a asociarse con la inseguridad y lo fuera de la ley. Finalmente, hoy como ayer, la represión es la respuesta favorita de la clase gobernante porque el cambio social se mantiene fuera de su visión. En conclusión, por lo que hace al crimen en gran escala y dispuesto a sostener su reto al orden establecido, pareciera que el México de hoy es el ayer y, en parte, por las mismas y añejas razones, superables sólo si se combinan la acción efectiva de la autoridad con la voluntad de cambio y el largo plazo.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Mi padre Pablo Escobar

Hijo de narco colombiano cuenta su vida
Sebastián Marroquín reflexiona sobre lo que vivió al lado de su padre, Pablo Escobar Gaviria; “siento una profunda amargura de que México esté repitiendo casi literalmente esta historia”, dice.


Por: Sebastián Marroquín

El 10 de diciembre se estrenó en Colombia el documental Pecados de mi padre, dirigido por Nicolás Entel (a México llegará en 2010). Es la primera vez que, tras 15 años de exilio en Argentina, acepté romper mi silencio y contar mi vida junto a mi padre, Pablo Escobar, el más importante narcotraficante colombiano de los últimos tiempos.

Son muchas las razones que tuve para salir ahora a la luz pública. Con mi largo silencio quise mostrar mi respeto absoluto a las víctimas de mi padre, a todo mi país. Aproveché este largo tiempo para poder encontrarme a mí mismo como persona, en busca de una propia identidad y sabiendo que nada crece bajo la sombra de un gran árbol como la de mi progenitor. Elegí y decidí, humildemente, reinventarme como ser humano y estudié dos carreras universitarias: soy arquitecto y diseñador industrial. Me preparé por años para la construcción de sueños, no para la destrucción.

Con dolor he aprendido a separar al padre del Pablo Escobar que recuerda la mayoría. Jamás podría renunciar al amor que como hijo le profeso, pues además lo recuerdo siendo un padre que me cantaba las canciones de Topo Gigio y me inventaba cuentos para dormirme, me enseñó a jugar al futbol, a montar en bicicleta, en moto y hasta en elefante. Me enseñó a ser un hombre de palabra, decía que la palabra era un contrato. Lo acompañaba a los barrios marginales a donar decenas de canchas de futbol y polideportivos, vi cómo crecía su proyecto de construir 5,000 viviendas equipadas para regalarle a estas familias que vivían en el basurero municipal de Medellín y restaurar así la dignidad de las clases que nos negamos a reconocer aún hoy en la sociedad. Fue además un gran maestro de lo que no debemos hacer y es así como lo recuerdo a diario frente al espejo, debatiéndome en un duelo permanente de sentimientos explosivos y contradictorios que estoy obligado a enfrentar, buscando encontrar un equilibrio y una paz que respete la dignidad de todos sin excepción.

No es fácil, aprendí que el odio mantiene a muchos atados al pasado, y perpetúa infinitamente el dolor generado por el victimario hasta enfermarnos de violencia.

Por ello busqué una reconciliación y un perdón público ante los hijos de las víctimas más prominentes de mi padre, Rodrigo Lara Bonilla y Luis Carlos Galán. Un ministro de Justicia que se atrevió a denunciar públicamente la infiltración del narcotráfico en la vida política de Colombia, y un líder reformista seguro ganador de las elecciones presidenciales de 1990.

Historias de familia
Además de ellos pido aún hoy perdón a cada uno de los 44 millones de colombianos víctimas de la violencia generada por mi padre. Es una larga lista, que tristemente no excluye a nadie: policías, jueces, políticos, periodistas, narcotraficantes y cientos de inocentes transeúntes que ni siquiera osaron enfrentarlo, pero que estuvieron en el lugar y el momento incorrecto cuando explotaban sus bombas indiscriminadamente.

Como su familia, no nos fue ajena esa violencia ni logramos escapar de ella. El primer coche bomba de la historia de Colombia explotó en mi hogar un 13 de enero de 1988 a las 05:13 horas. Allí nos encontrábamos con mi madre Victoria Eugenia, quien tenía 28 años, mi hermanita Manuela, con escasos meses de edad, todavía no tenía ni siquiera la posibilidad de declararse inocente por no saber hablar aún. Yo tenía 11 años. Mi padre tenía para entonces un enorme poder económico y militar. Cuando vio la foto de la cuna donde dormía su hija durante la explosión que destruyó los vidrios de todas las viviendas de Medellín en un kilómetro a la redonda, enloqueció de violencia y respondió con ferocidad. Una sola bomba contra su familia lo hizo ordenar la explosión de más de 200 bombas por todo el país hasta casi lograr la claudicación de todos los poderes del Estado frente al poder del narcotráfico. Estábamos todos ciegos y aturdidos en ese ambiente hostil. Aprendí que la vida es un búmeran, que los actos violentos generan una violencia cada vez mayor y desenfrenada, llevándonos hacia una espiral inconmensurable de maldad que luego es imposible detener, salvo por nuestra propia e íntima voluntad. Así corren aún hoy en Colombia ríos de sangre que tiñen de odio, maldad, tristeza y desazón a la sociedad. Solemos olvidar la historia, y por ello es que siempre se repite, pues insultamos así el precioso legado de las experiencias de la vida. Colombia ya era violenta antes del nacimiento de Pablo Emilio Escobar Gaviria.

La carta más difícil que escribí en mi vida fue para los hijos de aquellos líderes que prometían rescatar el país y que murieron junto a la esperanza de muchos. Allí les dije a sus hijos en la misiva enviada a principios de 2008 que “… Comprendo que nací en un ambiente fértil para la violencia, pero el legado de nacer en un ambiente tan hostil no podría ser otro distinto al de la búsqueda de la paz. No quiero repetir la historia”. Recordé que “mi padre con su violencia obligó a muchas familias a exiliarse, principalmente a las suyas, ignorando que con ello se estaba también gestando subrepticiamente el exilio de sus seres más queridos”. Quiero tener un hijo, pero no le dejaré por ello un testamento de violencia.

Tengo el honor de estar casado con una mujer mexicana, que tiene un coraje que haría palidecer a cualquier guerrero, parafraseando a Gandhi. Ella me ha enseñado mucho sobre esas lindas y sabias tierras. Me ha acompañado en los más pétreos caminos. Es mi gran amor y así también lo es México para mí. Adoro las rancheras y me atrae el tequila. Pero me entristece ver lo que estoy observando desde el lejano Buenos Aires, pues se parece mucho a la primera parte del documental Pecados de mi padre.

Siento una profunda amargura de que México esté repitiendo casi literalmente esta historia, aquella de la que tanto me cuesta aún hoy hacerme cargo.

Siento que la película que hoy están ‘viviendo’ mis compadres mexicanos, es la misma que yo viví en Colombia exactamente en 1984, a mis siete años de edad, cuando mi padre decidió por cuenta propia mandar a asesinar al entonces ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla (Q.E.P.D.).

De ahí en más, mi país vivió una violencia sin precedentes. Ese día mi familia se desmembró para siempre, mi padre pasó luego toda su vida en la clandestinidad, el hogar por él construido no existió más. Por eso me decidí a participar en este documental y a romper el silencio sepulcral que mantuve 16 años después de su muerte, porque he vivido en carne propia el horror de una violencia sin par que no quiero para Colombia, para México ni para ninguna nación del planeta. Fui testigo, al igual que mi país, de una guerra sin cuartel del narcotráfico contra el poder del Estado que no ganó nadie, pues sólo quedamos como mudos testigos los miles de huérfanos y viudas de todas las esferas de la sociedad. La violencia no discrimina.

Comprendí que aun en las más segregadas familias –como la nuestra– hay padres, hijos, hermanas, abuelos, etc. Ahí también hay sentimientos por encima de lo machos que pretendamos ser ante otros en la vida. Veo en mi esposa a diario el fiel reflejo del tesón del pueblo mexicano. Respeto la dignidad de cada persona y no distingo entre uniformes o nacionalidades, sólo veo a ciudadanos de la raza humana y a nadie más. Sólo veo a hombres con su voluntad de sobrevivir en un ambiente donde las oportunidades son escasas y donde el hambre abunda, así como los deseos de brindarle la mínima dignidad a nuestros seres más queridos. Algunos están dispuestos a matar para no vivir en la indigencia, pero no puede haber excusa válida para generar violencia hacia nuestros hermanos a costa de nuestras necesidades o ambiciones personales.

En Medellín, mi ciudad natal, la presencia de la arquitectura y el urbanismo aplicado desde el Estado ha comenzado a aportar ejemplos de exportación de estas ideas para el mundo como una esperanza de paz para brindar dignidad, seguridad, cultura y oportunidades a los más marginados.

Creo en la arquitectura como una herramienta capaz de transformar la realidad a partir de hechos arquitectónicos concretos. Es definitivamente una herramienta eficaz para la paz. Por ello no me dedico a la política.

En nuestra vasta familia latinoamericana solemos heredar las virtudes y los pecados de nuestros padres, y es bajo esta excusa que vivimos por décadas enfrascados en unos círculos de violencia y venganzas generacionales que se repiten incesantemente. Yo no fui ajeno a esto, de hecho, al enterarme de la muerte de mi padre, a mis 16 años, caí en esos círculos y armado de ira e intenso dolor amenacé públicamente con matar a quienes habían dado muerte a mi padre.

Sin embargo, ahora agradezco a Dios que 10 minutos después me hizo reflexionar y transformar el odio para no perpetuar este aparente estilo de vida que –les aseguro– es más de sufrimientos y de persecuciones que de placer.

¿Un ejemplo? Un día la policía dispuso, sin saberlo, un control rutinario en alguna calle de la ciudad justo frente a la casa donde yo me escondía con mi padre. Ese control policial comenzó un domingo y duró siete días frente a nuestro escondite. Se nos terminaron los víveres y estábamos solos pero rodeados de millones de dólares. Aguantamos hambre mientras comprendí que el dinero del narcotráfico no servía para nada si no te podías comprar siquiera una libra de arroz con él.

La muerte de mi padre no afectó en absoluto el tráfico de drogas en el planeta, la violencia y las drogas ya estaban afincadas en Colombia y en el mundo antes de su nacimiento, y siguen lamentablemente estando aún hoy, hasta que elijamos perdonarnos unos a otros desde nuestras más íntimas fibras.

La guerra consume y derrocha inconmensurables recursos humanos y públicos. Distintos países y los enemigos de mi padre gastaron más de 3,000 millones de dólares para perseguirlo a él y su organización. Mi padre usó toda su fortuna para la guerra y para defender sus intereses, y lo que queda de ella está destruido por completo o en manos de las más diversas autoridades. Miles de millones de dólares que podrían haber sido gastados para asegurar salud, educación y un futuro mejor y más digno para el pueblo colombiano.

La paz, en cambio, ¡es gratis!, pues sólo se requiere de nuestra humana voluntad de hacerla.

lunes, 8 de marzo de 2010

Pepe Mujica a los intelectuales

mendoza chapela Mar 07 06:36PM -0800 ^

Hola a todos. Me parece importante lo que plantea Mujica, lo comparto. Un saludo.

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Un presidente amigo de los que piensan

Pepe Mujica a los intelectuales

José Mujica, Presidente del Uruguay

La vida ha sido extraordinariamente generosa conmigo. Me ha dado un sinfín de satisfacciones más allá de lo que nunca me hubiera atrevido a soñar. Casi todas son inmerecidas. Pero ninguna más que la de hoy: encontrarme ahora aquí, en el
corazón de la democracia uruguaya, rodeado de cientos de cabezas pensantes. ¡Cabezas pensantes! A diestra y siniestra. Cabezas pensantes a troche y moche, cabezas pensantes pa’ tirar pa’ arriba.

¿Se acuerdan de Rico Mac Pato, aquel tío millonario del pato Donald que nadaba en una piscina llena de billetes? El tipo había desarrollado una sensualidad física
por el dinero. Me gusta pensarme como alguien que le gusta darse baños en
piscinas llenas de inteligencia ajena, de cultura ajena, de sabiduría ajena.
Cuanto más ajena, mejor. Cuanto menos coincide con mis pequeños saberes, mejor.


El semanario BÚSQUEDA tiene una hermosa frase que usa como insignia: "Lo que digo no lo digo como hombre sabedor, sino buscando junto con vosotros". Por una vez estamos de acuerdo. ¡Si estaremos de acuerdo!

Lo que digo, no lo digo como chacarero sabiondo, ni como payador leído, lo digo buscando con ustedes.

Lo digo, buscando, porque sólo los ignorantes creen que la verdad es definitiva y maciza, cuando apenas es provisoria y gelatinosa. Hay que buscarla porque anda corriendo de escondite en escondite. Y pobre del que emprenda en soledad esta
cacería. Hay que hacerlo con ustedes, con los que han hecho del trabajo intelectual la razón de su vida. Con los que están aquí y con los muchos más que no están.



DE TODAS LAS DISCIPLINAS

Si miran para el costado van a encontrar seguramente algunas caras conocidas porque se trata de gente que se desempeña en espacios de trabajo afines. Pero van a encontrar mucho más caras que les son desconocidas, porque la regla de esta convocatoria ha sido la heterogeneidad.

Aquí están los que se dedican a trabajar con átomos y moléculas y los que se dedican a estudiar las reglas de la producción y el intercambio en la sociedad. Hay gente de las ciencias básicas y de su casi antípoda, las ciencias sociales; gente de
la biología y del teatro, y de la música, de la educación, del derecho y del carnaval. Y en tren de que no falte nada, hay gente de la economía, de la macroeconomía, de la microeconomía, de la economía comparada y hasta alguno de la economía doméstica. Todas cabezas pensantes, pero que piensan en distintas cosas y pueden contribuir desde sus distintas disciplinas a mejorar este país.

Y mejorar este país significa muchas cosas, pero desde los acentos que queremos para esta jornada, mejorar el país significa empujar los complejos procesos que multipliquen por mil el poderío intelectual que aquí está reunido. Mejorar el país, significa que dentro de veinte años, para un acto como este no alcance el Estadio Centenario, porque al Uruguay le salen ingenieros, filósofos y artistas hasta por las orejas. No es que queramos un país que bata los récords mundiales por el puro placer de hacerlo. Es porque está demostrado que, una vez que la inteligencia adquiere un cierto grado de concentración en una sociedad, se hace contagiosa.

INTELIGENCIA DISTRIBUIDA

Si un día llenamos estadios de gente formada va a ser porque afuera, en la sociedad, hay cientos de miles de uruguayos que han cultivado su capacidad de pensar.

La inteligencia que le rinde a un país es la inteligencia distribuida. Es la que no está sólo guardada en los laboratorios o las universidades, sino la que anda por la calle. La inteligencia que se usa para sembrar, para tornear, para manejar un autoelevador o para programar una computadora. Para cocinar, para atender bien a un turista, es la misma inteligencia. Unos subirán más escalones que otros, pero es la misma escalera. Y los peldaños de abajo son los mismos para la física nuclear que para el manejo de un campo. Para todo se precisa la misma mirada curiosa, hambrienta de conocimiento y muy inconformista.

Se termina sabiendo, porque antes supimos estar incómodos por no saber. Aprendemos porque tenemos picazón y eso se adquiere por contagio cultural, casi cuando abrimos los ojos al mundo. Sueño con un país en el que los padres le muestren el pasto a los hijos chicos y le digan: "¿Sabés qué es eso?, es una planta procesadora de la energía del sol y de los minerales de la tierra". O que les muestren el cielo estrellado y hagan piecito en ese espectáculo para hacerlos pensar en los cuerpos celestes, en la velocidad de la luz y en la transmisión de las ondas.

Y no se preocupen, que esos uruguayos chicos igual van a seguir jugando al fútbol. Sólo que, en una de esas, mientras ven picar la pelota puedan pensar a la vez en la elasticidad de los materiales que la hacen rebotar.

CAPACIDAD DE INTERROGARSE

Había un dicho: "No le des pescado a un niño, enséñale a pescar". Hoy deberíamos decir: "No le des un dato al niño, enséñale a pensar". Tal como vamos, los depósitos de conocimiento no van a estar más dentro de nuestras cabezas, sino ahí afuera, disponibles para buscarlos por Internet. Ahí va a estar toda la información, todos los datos, todo lo que ya se sabe. En otras
palabras, van a estar todas las respuestas. Lo que no van a estar son todas las preguntas. En la capacidad de interrogarse va a estar la cosa. En la capacidad de formular preguntas fecundas, que disparen nuevos esfuerzos de investigación y aprendizaje. Y eso está allá abajo, marcado casi en el hueso de nuestra cabeza, tan hondo que casi no tenemos conciencia. Simplemente aprendemos a mirar el mundo con un signo de interrogación, y esa se vuelve la manera natural de mirar el mundo. Se adquiere temprano y nos acompaña toda la vida. Y sobre todo, queridos amigos, se contagia.

En todos los tiempos, han sido ustedes, los que se dedican a la actividad intelectual, los encargados de desparramar la
semilla. O para decirlo con palabras que nos son muy queridas: ustedes han sido los encargados de encender la admirable alarma. Por favor, vayan y contagien. ¡No perdonen a nadie! Necesitamos un tipo de cultura que se propague en el aire, entre en los hogares, se cuele en las cocinas y esté hasta en el cuarto de baño.

Cuando se consigue eso, se ganó el partido casi para siempre. Porque se quiebra la ignorancia esencial que hace débiles a muchos, una generación tras otra.

EL CONOCIMIENTO ES PLACER

Necesitamos masificar la inteligencia, primero que nada para hacernos productores más potentes. Y eso es casi una cuestión de supervivencia. Pero en esta vida, no se trata sólo de producir: también hay que disfrutar.

Ustedes saben mejor que nadie que en el conocimiento y la cultura no sólo hay esfuerzo sino también placer.

Dicen que la gente que trota por la rambla, llega un punto en el que entra en una especie de éxtasis donde ya no existe el cansancio y sólo queda el placer. Creo que con el conocimiento y la cultura pasa lo mismo. Llega un punto donde
estudiar, o investigar, o aprender, ya no es un esfuerzo y es puro disfrute.

¡Qué bueno sería que estos manjares estuvieran a disposición de mucha gente! Qué bueno sería, si en la canasta de la calidad de la vida que el Uruguay puede ofrecer a su gente, hubiera una buena cantidad de consumos intelectuales. No porque sea elegante sino porque es placentero. Porque se disfruta, con la misma intensidad con la que se puede disfrutar un plato de tallarines.

¡No hay una lista obligatoria de las cosas que nos hacen felices! Algunos pueden pensar que el mundo ideal es un lugar repleto de shopping centers. En ese mundo la gente es feliz porque todos pueden salir llenos de bolsas de ropa nueva y de cajas de electrodomésticos. ..
No tengo nada contra esa visión, sólo digo que no es la única posible.

Digo que también podemos pensar en un país donde la gente elige arreglar las cosas en lugar de tirarlas, elige un auto chico en lugar de un auto grande, elige abrigarse en lugar de subir la calefacción. Despilfarrar no es lo que hacen las sociedades más maduras. Vayan a Holanda y vean las ciudades repletas de bicicletas. Allí se van a dar cuenta de que el consumismo no es la elección de la verdadera aristocracia de la humanidad. Es la elección de los noveleros y los frívolos. Los holandeses andan en bicicleta, las usan para ir a trabajar pero también para ir a los conciertos o a los parques. Porque han llegado a un nivel en el que su felicidad cotidiana se alimenta tanto de consumos materiales como intelectuales.

Así que amigos, vayan y contagien el placer por el conocimiento. En paralelo, mi modesta contribución va a ser tratar de que los uruguayos anden de bicicleteada en bicicleteada. ..


INCONFORMISMO

Les pedía antes que contagien la mirada curiosa del mundo, que está en el ADN del trabajo intelectual. Y ahora agrando el pedido y les ruego que contagien inconformismo. Estoy convencido que este país necesita una nueva epidemia de inconformismo como la que los intelectuales generaron décadas atrás.

En el Uruguay, los que estamos en el espacio político de la izquierda somos hijos o sobrinos de aquel semanario Marcha del gran Carlos Quijano. Aquella generación de intelectuales se había impuesto a sí misma la tarea de ser la conciencia crítica de la nación. Anduvieron con alfileres en la mano pinchando globos y desinflando mitos.

Sobre todo el mito del Uruguay multicampeón. Campeón de la cultura, de la educación, del desarrollo social y de la democracia.

¡Qué íbamos a ser campeones de nada! Y menos en esos años, en las décadas de los cincuenta y sesenta, donde el único récord que supimos conseguir fue la del país de Latinoamérica que menos creció en veinte años. Sólo nos superó Haití en ese
ranking. Esos intelectuales ayudaron a demoler aquel Uruguay de la siesta conformista.

Con todos sus defectos, preferimos esta etapa, donde estamos más humildes y ubicados en la real estatura que tenemos en el mundo. Pero tenemos que recuperar aquel inconformismo y tratar de metérselo debajo de la piel al Uruguay entero.

Antes les decía que la inteligencia que le sirve a un país es la inteligencia distribuida. Ahora les digo que el inconformismo que le sirve a un país es el inconformismo distribuido. El que ha invadido la vida de todos los días y nos empuja a preguntarnos si lo que estoy haciendo no se puede hacer mejor. El inconformismo está en la naturaleza misma del trabajo que ustedes hacen. Se
precisa que se nos haga a todos una segunda naturaleza.

Una cultura del inconformismo es la que no nos deja parar hasta conseguir más kilos por hectárea de trigo o más litros por vaca lechera.

Todo, absolutamente todo, se puede hacer hoy un poco mejor que ayer. Desde tender la cama de un hotel a matrizar un circuito integrado. Necesitamos una epidemia de inconformismo. Y eso también es cultural, eso también se irradia desde el centro intelectual de la sociedad a su periferia. Es el inconformismo el que ha ganado el respeto a pequeñas sociedades y a lo que hacen.

Ahí andan los suizos, cuatro gatos locos como nosotros, que se dan el lujo de andar por ahí vendiendo calidad suiza o precisión suiza. Yo diría que lo que de verdad venden es inteligencia e inconformismo suizos, ese que tienen desparramado por toda la
sociedad.

LA EDUCACION ES EL CAMINO

Y amigos, el puente entre este hoy y ese mañana que queremos tiene un nombre y se llama educación. Y mire que es un puente largo y difícil de cruzar. Porque una cosa es la retórica de la educación y otra cosa es que nos decidamos a hacer los sacrificios que implica lanzar un gran esfuerzo educativo y sostenerlo en el tiempo.

Las inversiones en educación son de rendimiento lento, no le lucen a ningún gobierno, movilizan resistencias y obligan a postergar otras demandas. Pero hay que hacerlo. Se lo debemos a nuestros hijos y nietos. Y hay que hacerlo ahora,
cuando todavía está fresco el milagro tecnológico de Internet y se abren oportunidades nunca vistas de acceso al conocimiento.

Yo me crié con la radio, vi nacer la televisión, después la televisión en colores, después las transmisiones por satélite. Después resultó que en mi televisor aparecían cuarenta canales, incluidos los que trasmitían en directo desde Estados Unidos,
España e Italia. Después los celulares y después la computadora, que al principio sólo servía para procesar números. Cada una de esas veces, me quedé con la boca abierta. Pero ahora con Internet se me agotó la capacidad de sorpresa. Me siento como aquellos humanos que vieron una rueda por primera vez.

O como los que vieron el fuego por primera vez. Uno siente que le tocó en suerte vivir un hito en la historia.

Se están abriendo las puertas de todas las bibliotecas y de todos los museos; van a estar a disposición, todas las revistas científicas y todos los libros del mundo. Y probablemente todas las películas y todas las músicas del mundo. Es abrumador.

Por eso necesitamos que todos los uruguayos y sobre todo los uruguayitos sepan nadar en ese torrente.

Hay que subirse a esa corriente y navegar en ella como pez en el agua. Lo conseguiremos si está sólida esa matriz intelectual de la que hablábamos antes. Si nuestros chiquilines saben razonar en orden y saben hacerse las preguntas que valen la pena. Es como una carrera en dos pistas, allá arriba en el mundo el océano de información, acá abajo preparándonos para la navegación trasatlántica.

Escuelas de tiempo completo, facultades en el interior, enseñanza terciaria masificada. Y probablemente, inglés desde el preescolar en la enseñanza pública. Porque el inglés no es el idioma que hablan los yanquis, es el idioma con el que los
chinos se entienden con el mundo. No podemos estar afuera. No podemos dejar afuera a nuestros chiquilines.

Esas son las herramientas que nos habilitan a interactuar con la explosión universal del conocimiento. Este mundo nuevo no nos simplifica la vida, nos la complica. Nos obliga a ir más lejos y más hondo en la educación.

No hay tarea más grande delante de nosotros.

EL IDEALISMO AL SERVICIO DEL ESTADO

Queridos amigos, estamos en tiempos electorales. En benditos y malditos tiempos electorales. Malditos, porque nos ponen a pelear y a correr carreras entre nosotros. Benditos, porque nos permiten la convivencia civilizada.

Y otra vez benditos, porque con todas sus imperfecciones, nos hacen dueños de nuestro destino. Aquí todos aprendimos que es preferible la peor democracia a la mejor dictadura.

En los tiempos electorales, todos nos organizamos en grupos, fracciones y partidos, nos rodeamos de técnicos y profesionales, y desfilamos frente al soberano. Hay adrenalina y entusiasmo. Pero después, alguien gana y alguien pierde. Y eso no debería ser un drama. Con unos o con otros, la democracia uruguaya seguirá su camino e irá encontrando las fórmulas hacia el bienestar. Nos toque el lugar que nos toque, allí vamos a estar tratando de poner el hombro. Y estoy seguro
de que ustedes también.

La sociedad, el Estado y el Gobierno precisan de sus muchos talentos. Y precisan aún más de su actitud idealista.

Los que estamos aquí, nos acercamos a la política para servir, NO para servirnos del Estado.