Se trataba de ir a un lugar en medio de ningún lado -a mí me recordó el Bestiario, donde los trenes tienen horarios caóticos-, entrando por un lado de la presa de Cointzio y luego un BUEN RATO por una brechilla inmunda que más bien era una trocha marcada por la rodada de las cmionetas de la araestatal, a esperar a que pasara la corrida que iba para PTZ, que porque iban a instalar un punte.
Llegamos a eso de las 6 de la madrugada, con un vientecillo y un friazo que sólo las yucas de esos parajes pueden soportar, y ahí estaban varias cuadrillas de tabajadores echando taco en torno a fogatas que habían encendido.
En cuanto pasó el tren, que en esos tiempos simbolizaba progreso y servía para transportar cómodamente y, en el peor de los casos, a buen precio, a LA GENTE, se valanzaron cual hordas esteparias sobre los durmientes y, en un santiamén, arrancaron un buen tramo de rieles y, en menos que canta un gallo con laringitis, los durmientes también ya habíansido removidos de su lugar.
Al momento llegó un tren especial que traía cargado otro tramo de vía, montado en unas enormes costillas de concreto (todo preconstruído, por supuesto).
Se trataba de sustituir ese pedacito de "sendero" antes de que llegara el convoy que venía de Pátzcuaro, a eso de las 11 de la mañana.
Impresionante rugir de los motores de las grúas. Capataces y peones desplegando grandes esfuerzos.
Pero llegó el tren de Pátzcuaro -en realidad venía desde Uruapan- y se dieron las 11 y las 12 y la 1 y las 2 y las 3...
Y no desnudos, pero sí casi al amanecer nos observó la luna.
¡Les había fallado la medida por 5 CINCO 5 centímetros!
En esa ocsión terminamos a las 4 de la mañana, famélicos y ateridos, pero con una sensación de plenitud, regresamos cada quien a sus respectivos nichos.
Y ese tramo del que les hablo, que fué colocado a flor de suelo, es el PUENTE ELEVADO por donde actualmente sigue pasando ese tren que ahora no es nuestro y tanto problema causa en Morelia.
¡Un tramo que pasa por arriba de esta carretera de cuatro carriles!, a la altura de un paraje que se llama El Edén, yendo a un balneario junto al manantial de "La Mintzita".
Todo este rollo porque, honor a quien honor merezca, esto de las piecesotas de hormigón, que tanto le funcionó al Peje -y envilece la imagen de Marcelo por aquello de los peajes- acá se aplicó con éxito ¡¡¡DESDE EL SIGLO PASADO!!!!!!!!!!!
Breviario cultural cortesía de la banda del carro negro.