martes, 15 de septiembre de 2009

PAN 70 AÑOS: GRANADOS CHAPA

PARA NO PERDER LA MEMORIA:


Setenta años del PAN
Miguel Ángel Granados Chapa15 Sep. 09Hace 70 años fue fundado el Partido Acción Nacional, al cabo de una convención reunida los días 14, 15, 16 y 17 de septiembre en el Frontón México -edificio situado en la Plaza de la República, a un costado del monumento a la Revolución, cuyo abandono podría ser señalado como metáfora de la venida a menos del proyecto inicial de esa organización.La personalidad de los dos fundadores más relevantes del panismo se reflejó en la identidad del partido. Manuel Gómez Morin era un político, había contribuido a la construcción del Estado mexicano moderno, conocía el interior del gobierno y, como rector de la Universidad Nacional, había ejercido la política del poder. Efraín González Luna, por su parte, era un intelectual de sólida formación católica. Uno encabezó el partido directamente durante su primera década e hizo sentir su influencia durante los 10 años siguientes. El otro fue su primer candidato presidencial, uno de los siete que sin fruto bregaron por acceder al Poder Ejecutivo hasta que Vicente Fox y Felipe Calderón lograron hacerlo.Gómez Morin creyó de modo firme en el papel activo del Estado en la economía. Fue en gran medida autor de los proyectos legislativos que crearon el Impuesto Sobre la Renta y el Banco de México, de cuyo Consejo de Administración fue el primer presidente, clara señal de que no era tenido como un simple amanuense de los generales que mandaron en el país durante los años veinte. Cuando Vasconcelos demandó su apoyo en la campaña electoral de 1929, Gómez Morin respondió en una carta rehusando participar en una movilización social que se agotaría en sí misma, por estar determinada por un hombre, y argumentando la conveniencia de carácter permanente e institucionalidad a la oposición. Diez años después de exponer esas consideraciones las convirtió en realidad. Contó para ello con el pensamiento católico aportado a su iniciativa por González Luna, que en la capital de Jalisco encarnaba la postura social de la Iglesia y era tenido como Satanás por la derecha ultramontana que fundó la Universidad Autónoma de Guadalajara practicante de un integrismo contrario a las bases de espiritualidad cristiana que animaron al Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, ITESO, creado por los jesuitas para dar a su educación elitista un sello social derivado de encíclicas papales como la Rerum Novarum.A partir de esas fuentes el PAN se situó frente al régimen. Nació al año siguiente de la expropiación petrolera y del desafío personal del presidente Cárdenas al conservadurismo empresarial regiomontano. Como respuesta a las protestas patronales por el apoyo gubernamental a los sindicatos y las huelgas, Cárdenas demandó de los empresarios que, si estaban cansados, entregaran sus establecimientos a los trabajadores. Contra esa política, y contra el reparto agrario nació el PAN. Si bien sus cuadros provinieron en amplia medida de agrupaciones juveniles católicas, como la Unión Nacional de Estudiantes, no es caricatura señalar la influencia empresarial en la fundación y primeros años del partido. Sus documentos básicos fueron redactados en el Banco de Londres y México, y uno de sus primeros diputados federales, Antonio L. Rodríguez, dirigía el centro bancario de Monterrey. Pero esa influencia fue acotada y mantenida a raya por los fundadores. No fue casual que sólo tras la muerte de Gómez Morin, en 1972, se expresara el conflicto entre los doctrinarios y los pragmáticos.Con diversas modalidades ese dilema interno se reprodujo varias veces. No es casual, por ello, que tres personajes tan relevantes que fueron candidatos presidenciales y jefes del partido se apartaran de él. José González Torres presidió al PAN de 1959 a 1962 y en 1964 fue el opositor a Gustavo Díaz Ordaz, Efraín González Morfín desempeñó esos papeles en orden inverso. Fue candidato presidencial en 1970 y líder del partido en 1975. Pablo Emilio Madero fue también candidato presidencial, en 1982, antes que dirigente nacional del partido, de 1984 a 1987. Los tres renunciaron a su militancia panista: González Morfín, hijo de González Luna, en 1978, junto con Raúl González Schmal, que había sido secretario general, y Mauricio Gómez Morin, hijo del otro fundador insigne del partido. Por su parte, González Torres y Madero Belden se fueron en 1992, con otros miembros del Foro Doctrinario y Democrático, entre los cuales se encuentran Jesús González Schmal y Bernardo Bátiz, ambos secretarios generales.También renunció a ser panista otro ex presidente nacional de ese partido, Carlos Castillo Peraza, que prohijó políticamente a Felipe Calderón, a quien nombró secretario general del partido y, al declinar su reelección en 1996, lo impulsó a sucederlo. Quizá no es casual que el propio padre de Calderón, Luis Calderón Vega, terminara sus días apartado del partido al que dedicó décadas enteras de generosa militancia.Al cabo de muchas vicisitudes, la inspiración doctrinal del PAN se ha diluido, superada por el crudo pragmatismo que Calderón resumió en su fórmula de arribar a la Presidencia "haiga sido como haiga sido". Sin embargo, aun sus críticos más encarnizados no ponen en duda el papel que en la construcción de la democracia electoral asumió el PAN, tanto por la pertinaz participación de candidatos que -como Calderón Vega mismo- hacían campaña a sabiendas de que los esperaba la derrota, como en la generación de las condiciones legales y políticas que permiten el libre ejercicio del voto.

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