sábado, 14 de febrero de 2009

árboles raros


Mando dos fotos: una porque me parece deliciosísimo pensar en estar debajo de ese árbol inmenso. ¿no está bellísimo? La otra es una consulta porque me parecen rarísimos esos árboles y no los ubico geográficamente. Paquito: cuéntame de esos árboles raros, no? ¿Qué onda con ellos? ¿De dónde son? ¿Por qué ese cuerpo y esa forma? TATA


Pues si. Son árboles raros y sospecho que son producto de un proceso de co-evolución con los humanos.

Los baobabs, que de Saint-exupéry hizo famosos en "El Principito" son muy apreciados en el sur de Africa. Al fundar un pueblo, lo primeroque se hace es sembrar un baobab, que al crecer da -en efecto- una sombra maravillosa y sirve de lugar de reunión-auditorio-ágora-plaza pública. La vida del pueblo queda asociada a su baobab. La fortaleza y bienestar del pueblo, se aprecia en su baobab. Sospecho en este caso quen hay un proceso de co-evolución, por que se supone que de las partes del mundo más pisadas por pies humanos, es precisamente el sur de África, y si tienen ese porte enorme y esa forma tan especial, puede ser por que a lo largo de miles de años la gente ha ido seleccionando los árboles que cumplen mejor su necesidad de tener un asidero a la tierra para su pueblo. Si no fuera así ¿por que no hay otros árboles que hayan desarrollado una conformación tan especial? ¿por qué solamente el baobab?

Por cierto, para los mayas, la Ceiba ha jugado un papel semejante que para los Zulu, y también parece ser que han logrado seleccionar unas ceibas impresionantemente bellas y funcionales.

El árbol del Tule, es de la familia del ciprés, del sauce y del enebro. Esta familia tiene un "defecto" si se le compara con otros árboles: se le descompuso el "reloj biológico". En este caso, sospecho que ese "defecto" pudo haber sido una mutación antes de que existieran los humanos; es decir, la mutación que descompuso el reloj, pudo haber sucedido en el ancesto común de la familia y por eso la heredaron los descendientes. La desompostura del reloj biológico, consiste en que -a diferencia de otros seres vivos que al llegar a adultos dejan de crecer y luego decaen y mueren- los sauces mantienen una tasa de crecimiento que varía según la sequía o las heladas, pero no muestra el patrón de desarrollo-madurez-decaimiento, así que crecen y crecen y crecen y crecen, como si nada...

Como se ve en la foto, el árbol del Tule, mide más del doble que la torre de la iglesia. Se estima que tiene casi 500 años de edad. O sea que cuando Colón "descubrió" América, los zapotecos del lugar deben haber establecido el jardín de ese pueblo. A diferencia de los Zulu, los zapotecos acostumbraban establecer jardines completos, con corrientes de agua, árboles monumentales, otras plantas y animales, como el corazón de cada pueblo. Igual que los Zulu, uno de los primeros pasos para establecer un pueblo, era plantar los árboles.

En el caso de los ahuehuetes como el árbol del Tule, la idea de que son producot de la co-evolución con los humanos, se fortalece al ver su porte, enorme y de copa amplia para que sirva de sitio de runión como lo hace la ceiba o el baobab, y por que además su distribución "natural" actual es "caprichosa", pues parece obedecer más a las veleidades de un jardinero que a alguna ley natural.

Por otra parte, los sabinos en general, tienen una fisiología muy especial que hace que además de que no les funcione el reloj biológico, puedan alterar algunos procesos. Esto es lo que aprovecharon los indígenas de Vancouver, Oregon y Washington, para alivarse del dolor. Usaban tecitos de corteza de sauces (salix). Este remedio tradicional, fué la base para desarrollar uno de los medicamentos más exitosos: la aspirina, cuyo principio activo es precisamente el ácido acetil-salicílico, que es una modificación del principio activo de los tecitos de los indígenas.

La salud y longevidad de los sauces es impresionante. El ahuehuete de El Tule, tiene primos de zonas áridas y de páramos fríos, que son los enebros. Aunque el clima extremo en el que viven estos primos no les permite crecer mucho, su fisiología tan especial, les permite vivir muchos años. En la zona seca del estado de Hidalgo, nos tocó una vez comer tortillas hechas con leña de enebro de 250 años de edad. Estaban riquísimas.

Y el árbol del Tule También tiene parientes de clima húmedo, que pueden crecer bastante más alto y vivir miles de años: son las sequoias de California, que llegan a ser tan grandes que se supone que podría caber una casa completa en un tronco ahuecado de estos gigantes.

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